Después de una avalancha de críticas y pedidos de recusación, el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, anunció este jueves que se abstendrá de participar en la investigación sobre la posible injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.
Sessions dará un paso al costado en la investigación después de que este miércoles reconociera la noticia de que tuvo dos conversaciones con el embajador de Rusia en Washington, Sergey Kislyak.
El funcionario ha sido duramente criticado por no haber revelado los encuentros cuando fue preguntado sobre el asunto durante su comparecencia ante el Senado para ser confirmado como fiscal general del gobierno de Donald Trump.
En conferencia de prensa este jueves, el jefe del Departamento de Justicia insistió en que no mintió al decir, bajo juramento, que no interactuó con funcionarios rusos durante la campaña.
"No recuerdo ninguna discusión sobre política en específico", afirmó el fiscal general.
Y es que Sessions insistió en distinguir su papel como asesor de campaña de Trump y su labor como senador, en la que mantuvo encuentros con numerosos diplomáticos.
Horas antes de la conferencia de Sessions, el presidente Donald Trump reiteró su "total confianza" en el hombre que designó para dirigir el Departamento de Justicia.
El primer encuentro se produjo en el marco de un evento en el que participaban varios embajadores.
En el segundo, Sessions tuvo una conversación en su condición de miembro del comité de Servicios Armados del Senado.
Como había adelantado The Washington Post, Sessions contó este jueves que el último encuentro con Kislyak fue una reunión privada en su oficina del Senado.
La entrevista fue en septiembre en las semanas, decisivas de la elección estadounidense y en el momento más álgido del supuesto hackeo ruso de cuentas de correo de colaboradores de Hillary Clinton.
La revelación sobre las conversaciones entre Sessions y Kislyak se produce luego de que el mes pasado el consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn, renunció por no haber informado de forma adecuada a la Casa Blanca acerca de sus conversaciones con un funcionario ruso durante la etapa de transición.
El FBI y el comité de Inteligencia del senado indagan sobre las acusaciones sobre la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones estadounidenses.
Por su parte, el panel de Inteligencia de la Cámara de Representantes anunció que indagará sobre los contactos entre la campaña presidencial de Trump y Moscú.
La CIA y otras agencias de inteligencia han señalado que el gobierno del presidente de Rusia, Vladimir Putin, realizó un esfuerzo concertado con miras a favorecer la elección de Trump y desacreditar a su rival demócrata, Hillary Clinton.
Sin embargo, queda sin responder una pregunta clave: cuánto sabía la campaña de Trump sobre esto.