El galardón otorgado por el Premio Yidan será de casi US$8 millones y su objetivo es encontrar dos proyectos que tengan el potencial de "transformar" la educación en el mundo.
La suma de dinero que se entregará como reconocimiento es la mayor concedida en competencias educativas.
El concurso fue creado por un acaudalado empresario chino, Charles Chen Yidan, quien quiere premiar iniciativas que tengan el potencial de ser replicadas en distintas partes del planeta.
La fortuna de Yidan proviene de Tencent, una compañía que fundó en 1998 y que ofrece servicios de entretenimiento y teléfonos móviles, entre otros, a través de internet.
El anuncio ha interesado a universidades, gobiernos y grupos de investigación.
Instituciones como la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), ambos en Estados Unidos, han enviado varias propuestas.
El ganador, sin embargo, no tiene por qué provenir de una universidad con la reputación de las anteriores. El proyecto de una institución pequeña también puede ser seleccionado.
"Cualquiera puede recibir el galardón, siempre y cuando su idea pueda replicarse en otras regiones", afirma Yidan.
Los orígenes
El empresario, de 45 años, es una de las personas más acaudaladas en China. En 2013, sin embargo, decidió retirarse de la compañía que ayudó a crear para dedicarse a actividades filantrópicas en el campo de la educación.
Su interés en el área proviene de su familia. Su abuela era analfabeta, pero siempre insistió en el que padre de Yidan recibiera una buena educación.
El millonario chino estudió química aplicada en la Universidad de Shenzhen y realizó una maestría en derecho económico en la Universidad de Nanjing, ambas instituciones se encuentran en China.
La "tremenda presión" que sintió cuando estaba estudiando para presentar los exámenes gaokao, que deben rendirse en el país para ingresar en instituciones de educación superior, también influyó en su filosofía con respecto a la educación.
Fue así como fundó el Instituto Wuhan, un centro educativo en su país, cuyo objetivo es centrarse en el desarrollo integral de la persona, en vez de dedicarse a la memorización y a las evaluaciones.
La institución apunta a capacitar a estudiantes habilidosos para que puedan insertarse en la industria tecnológica china.
Los ejecutivos que trabajan en Tencent ayudaron a diseñar el currículo, también dan clases y participan en el reclutamiento de estudiantes.
De esta forma, dice Yidan, se garantiza que al egresar, los alumnos tengan los conocimientos que buscan los empleadores.
PREMIOS EDUCATIVOS
- Premio Global al Maestro de la Fundación Varkey: US$1 millón
- Premio WISE de la Fundación Qatar: US$500.000
Más allá de las fronteras
Pero como el alcance de la institución es limitado, el millonario decidió crear el premio para ayudar a mejorar la calidad de la educación en distintas partes del mundo.
Yidan espera que el galardón contribuya a que gobiernos y universidades le presten atención a las tendencias educativas del futuro.
"Hemos descubierto que no importa si la persona viene de un país en vías de desarrollo o uno desarrollado, tampoco en qué continente se encuentre, sus preocupaciones son similares", dice Yidan.
Los ganadores serán seleccionados por un comité independiente de expertos en educación a cargo de Koichiro Matsuura, exdirector general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Su objetivo es seleccionar propuestas innovadoras y sostenibles que cambien las estructuras educacionales tradicionales y que permitan responder a los retos educativos en el futuro.
Yidan considera que los conocimientos de los maestros retirados también son importantespara mejorar la educación global. Por eso es necesario encontrar la forma de aprovechar su experiencia.
El empresario piensa que la recolección de big data (concepto que se refiere al almacenamiento de grandes cantidades de información) relacionada con los estudiantes contribuye a mejorar y personalizar su educación. También opina que la tecnología generará cambios significativos en el área.
Algunos, sin embargo, no están convencidos de que un premio en metálico sea la mejor manera de mejorar la calidad y el acceso a la educación.
Diferencias
Dan Sarofian-Butin, fundador de la Escuela de Educación y Políticas Sociales de la Universidad Merrimack, en Massachusetts, EE.UU., opina que el dinero no es la forma de lograr cambios.
"En vez de otorgar una suma puntual en una oportunidad, espero que el Premio Yidan ayude al mantenimiento de las iniciativas a lo largo de un período de tiempo", señala.
Se refiere al caso de programas de televisión como Dragons' Den y Shark Tank, series que se transmiten en Reino Unido y Estados Unidos, respectivamente, en las que los participantes le hacen propuestas de negocio a un panel que los ayuda al desarrollo de su idea.
"Lo que obtienen los ganadores en esos casos no es solo el dinero, también se benefician de la experiencia, los contactos de los empresarios que los patrocinan y la exposición nacional que obtienen".
Y añade: "Por eso, un concurso educativo con verdadera influencia, debería concebir un mecanismo de sostenibilidad, guía y conexiones laborales".
Andreas Schleicher, director educativo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), considera que la competencia es un incentivo para la innovación en el sector.
"En las encuestas que hemos realizado entre los maestros, menos de un cuarto ha dicho que sus innovaciones serían reconocidas. El sistema existente en la actual implica que, incluso si hay buenas ideas, éstas no se aprovechan", indicó.
Las nominaciones para el Premio Yidan se aceptarán hasta marzo y los nombres de los ganadores se conocerán en septiembre.