Una cosa es que te guste el fútbol, que lo juegues en tu tiempo libre y lo veas en el estadio o por televisión cada fin de semana.
Otra es que un día te levantes y te toque tocar el balón con el chileno Alexis Sánchez, tu nuevo compañero de equipo.
Esto fue lo que le pasó a Cohen Bramall, el sorpresivo nuevo fichaje del Arsenal que hasta el pasado 20 de diciembre jugaba fútbol como aficionado y trabajaba como operario en una de las principales plantas de producción de la fabricante de automóviles de lujo Bentley, en Inglaterra.
El joven lateral zurdo, de 20 años, formaba parte del club semiprofesional Hednesford Town, de la Northern Premier League, campeonato regional que forma parte de la séptima división del fútbol inglés.
"Yo trabajaba en Crewe para Bentley Motors", recordó Bramall en entrevista con la BBC.
"Lo hacía en la línea de producción, cargando a los autos con gases, líquido de frenos, limpiaparabrisas y esas cosas. Todos los días, de lunes a viernes, de las 6:30 de la mañana a las 5:15 de la tarde", contó.
"Lo disfrutaba, pero cuando haces esa jornada de trabajo y luego entrenas los martes y los jueves, vas de Crewe a Brimingham (en el centro de Inglaterra), y juegas los sábados, es agotador", reconoció el lateral izquierdo.
¿El nuevo Vardy?
Pero la situación empeoró para Bramall unos días antes de navidad.
"Me despidieron en Bentley el martes. No sabía lo que iba a hacer", explicó. "Necesitaba un salario completo, no la mitad que me pagaba el Hednesford, por lo que comencé a pensar en buscar un nuevo trabajo".
El escenario que nunca entró en ese pensamiento fue lo que ocurrió al día siguiente.
"Mi agente Lee Payne me llamó el miércoles para decirme que tenía una sesión de prueba en Arsenal. Yo me quedé completamente atónito".
Con el código postal en la mano y la premura de estar a tiempo en el campo de entrenamiento del conjunto cañonero, en una localidad al norte de Londres, Bramall empacó lo que necesitaba lo más rápido que pudo y "al minuto siguiente estaba entrenando con el primer equipo".
"Fue una locura lo rápido que pasó todo, como conocí a cada uno de ellos y lo amigable que fueron de inmediato. Tenía que tomar esta oportunidad con la dos manos".
Creo que el primer uno-dos lo hice con Alexis Sánchez"
Cohen Bramall
Bramall había comenzado a jugar a nivel semiprofesional a los 17 años, deambulando en diferentes equipos desde que debutó con el Kidsgrove Athletic.
Tras pasar por el Newcastle Town, Market Drayton y Nantwich, recaló en el Hednesford gracias al técnico Liam McDonald, quien está convencido que el caso de Bramall puede ser similar al Jamie Vardy.
El delantero del Leicester jugaba en una campeonato no profesional hace cuatro años cuando fue fichado por el actual campeón de la Liga Premier, equipo en el que fue subiendo de categorías hasta ser una de las piezas fundamentales en el histórico título conseguido la pasada temporada.
Pero mientras que a Vardy lo fueron a buscar, a Bramall se lo encontraron en un partido de la sub-23 entre el Sheffield Wednesday y el Birmingham City, dos equipos de la segunda división inglesa.
"Brian McDermott, uno de los observadores de Arsenal fue a ver el juego. No lo hace a menudo ya que siempre está en el exterior buscando la próxima gran estrella. Si no hubiera estado allí nada de esto hubiera pasado", expresó agradecido.
Al lado de Alexis
"Llegué a Arsenal, recibí mi uniforme, me arreglé y esperaba salir a jugar con los sub-23, pero me pusieron a entrenar con el primer equipo", recordó.
"Fue una locura. Ves a la gente en la redes sociales, los ves en Match of the Day (el programa de la BBC de resumen de la jornada liguera), y luego los tienes enfrente en la vida real y tu corazón late más fuerte".
"Danny Welbeck, Chiba Akpom, Alex Oxlade-Chamberlein, todas grandes figuras que me dieron una gran bienvenida y sabían mi nombre. Estaba alucinado. En verdad fue un sueño hecho realidad".
"Creo que el primer uno-dos lo hice con Alexis Sánchez", resaltó.
Sobre el encuentro con Arsene Wenger, Cohen contó que el técnico francés lo saludo y se refirió a él por su nombre, pero que no intercambiaron muchas palabras.
Luego llegaron los dos entrenamientos, el visto bueno del equipo y el acuerdo por US$50.000.
"Todavía no he tenido tiempo de reflexionar en lo que ha pasado. Todavía no caigo en dónde estoy", reconoció.
"Lo que me gustaría decirles a todos los jugares aficionados es que sigan creyendo y trabajando duro. Si no trabajan duro nada llegará".