El proyecto de Uber de crear autos que se manejen solos se quedará, por el momento, en un sueño frustrado.
La empresa ha tenido que retirar sus carros sin conductor de las carreteras luego de un accidente en Tempe (Arizona, EE.UU.) que dejó uno de sus vehículos volcado y con las ventanas rotas en medio del asfalto.
Las imágenes del incidente -que ocurrió el viernes 24 de marzo- fueron difundidas rápidamente en Twitter.
En ellas se ve el auto de Uber, un Volvo SUV que -según la compañía- estaba en "modo conducción automática" en el momento del desastre, junto a otro vehículo seriamente dañado.
Josie Montenegro, una vocera del cuerpo de policía de Tempe, dijo que el accidente fue culpa del otro carro dañado, el cual "no cedió el paso" al auto de Uber en un giro a la izquierda.
"Había una persona detrás del volante. No se sabe con seguridad si estaban controlando el vehículo en el momento de la colisión", explicó la portavoz.
Efectivamente, los autos de Uber para probar la conducción automática suelen llevar a una persona en el asiento del conductor, la cual puede tomar control del volante de producirse un imprevisto.
La compañía de transporte compartido confirmó la veracidad de la imagen y explicó que, aunque no hubo heridos, dejará de hacer las pruebas tanto en las calles de Arizona como en las de Pittsburg, donde había creado un laboratorio para desarrollar esa tecnología.
Este accidente se suma a una serie de hechos que han complicado la startup estadounidense en las últimas semanas.
La empresa se ha visto envuelta en varios escándalos que terminaron la dimisión de varios de sus directivos, incluido el presidente, Jeff Jones.
Por el momento, todo parece indicar que su competidor, Google, quedará al frente de la fabricación de autos sin conductor, que comenzó en 2014.
El gigante tecnológico ha sufrido algunas colisiones menores en las pruebas de sus vehículos, aunque no las suficientes para sacar a sus autos de las carreteras.
Lo que está por ver es quién ganará la carrera.