Nelson Mandela descansa finalmente en Qunu, la tierra de sus ancestros y lugar de su infancia.

El entierro del primer presidente negro de Sudáfrica tuvo lugar en esta región del Cabo Oriental tras un funeral de Estado en el que participaron líderes africanos, amigos y familiares.

El presidente Jacob Zuma dijo que, mientras el largo camino de Mandela hacia la libertad había terminado, los sudafricanos tenían ahora que desarrollar su legado.

Por su parte Nandi, una de las nietas del Nobel de la Paz, señaló que los sudafricanos debían parar de apuntarse con el dedo entre ellos y empezar a vivir siguiendo el ejemplo de su abuelo.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando habló Ahmed Kathrada, uno de los prisioneros políticos que compartió la prisión de Robben Island con Mandela, quien confesó que había perdido a un hermano, que su vida estaba vacía y que no sabía cómo continuar.