El coronel Antonio Medica es un capo de los drogas cuyas actividades están aprobadas por el Estado.
En unas instalaciones, cuyo intimidatorio nombre es Planta Militar Farmacéutica, en Florencia, el coronel Medica cultiva 100 kilos de marihuana al año.
El cultivo está vigilado en las profundidades de la planta por una serie de puertas aseguradas. Todos los visitantes deben usar ropa protectora y mascarillas.
Dentro de la última y pesada puerta, una línea marcada con una cinta en el suelo advierte a los visitantes que no pasen de allí. Al otro lado de la línea, varias decenas de hileras de plantas de marihuana están flanqueadas por lámparas y ventiladores.
La lógica de Italia es simple: en este país, la marihuana médica es legal.Se receta para aliviar el dolor de pacientes con cáncer o esclerosis múltiple.
El país decidió que necesita una fuente confiable de marihuana pura para poder desarrollar el producto médico.
¿Quién mejor para cultivarla -y vigilarla- que el ejército?
Inusual
Es algo inusual ver que una cosecha de marihuana, que normalmente es objeto de destrucción de los gobiernos, está siendo vigilada por las propias autoridades.
"Cuando comenzó el proyecto en 2014 no sabíamos cómo cultivar esta planta", admite el coronel.
Pero el ejército rápidamente se familiarizó con el proceso.
Un soldado revisa las plantas con un lente de aumento. Lleva una camisa con el título oficial de "Jefe de Cultivo".
En septiembre de 2014, el gobierno pidió la ayuda de la planta médica farmacéutica del ejército, que tiene una larga historia de producción de medicinas.
"El proyecto de marihuana tiene tres principales objetivos", explica el coronel Medica, el director de la planta: "Producir marihuana de clasificación farmacéutica para uso terapéutico; mantener bajo el costo del producto final; y, lo más importante, garantizar la disponibilidad para los pacientes en Italia".
"Tenemos que enfatizar en la diferencia real entre este tipo de marihuana y la marihuana callejera", agrega.
Distribución
El Ejército envía su producto final a las farmacias en todo el país.
El 4 de enero de 2017, la farmacias Madonnone en Florencia comenzó a vender el producto del Ejército.
Esta farmacia solía depender de marihuana médica importada bajo licencia especial de Holanda. Y era un proceso costoso.
La disponibilidad de un producto cultivado en Italia facilita mucho las cosas.
"Tenemos muchos pedidos, en particular desde que la gente supo de nosotros por los medios de comunicación", señala la farmacéutica Gianna Acciai.
"Los médicos la están recetando y ya vendimos casi todo el primer lote que recibimos a principios de enero. Los pacientes también están ahorrando dinero comparado con lo que costaba el producto holandés. Este es 30% más barato".
Los cultivadores del coronel Medica no se dan abasto con la demanda de médicos y pacientes. Pero dice que están listos para expandir sus actividades.
"Nuestro objetivo es poder responder a las necesidades italianas", dice, "y tenemos otras áreas en esta planta en las que podemos expandir los cultivos".
El proyecto está funcionando tan bien que el capo de drogas oficial de Italia ya tiene una nueva orden: duplicar la producción de la droga.