Los historiadores siempre se han preguntado cómo sobrevivieron los primeros colonos británicos durante el invierno de 1609 a la hambruna en Jamestown, Virginia, el primer asentamiento colonial en territorio estadounidense.

Pero ahora han descubierto un secreto oscuro del pasado. Análisis forenses realizados en restos humanos del siglo XVII comprueban que los primeros colonos practicaron el canibalismo.

Cuando los arqueólogos encontraron los restos de una niña de 14 años en Jamestown sospecharon inmediatamente.

El cráneo fragmentado y la tibia fueron arrojados en una fosa con basura y huesos de animales. Cuando los huesos humanos fueron examinados más detalladamente encontraron en ellos una serie de cortes inusuales.

"La evidencia es absolutamente consistente con el desmembramiento y las descarnación del cuerpo", dice Doug Owsley, antropólogo forense del Museo Nacional de Historia Natural Smithsoniano en Washington DC.

En otras palabras, los científicos han encontrado la primera evidencia de canibalismo entre los primeros colonos de EE.UU..

Cráneo de niña de mi 1609

El cráneo de la niña muestra señales contundentes de canibalismo, según los expertos.

Aseguran que la niña muerta se convirtió en alimento para una comunidad desesperada luchando por sobrevivir en un periodo entre 1609 y 1610, conocido por los historiadores como la Época del Hambruna.

"Hay numerosas cortadas en la frente, en la parte trasera del cráneo y también una perforación en el costado izquierdo de la cabeza, que esencialmente se usó para hacer palanca de ese lado. El propósito era extraer el cerebro", dice Owsley.

"Evidencia contundente"

La marca también indica que la lengua y los tejidos faciales fueron removidos.

"Esta gente estuvo sometida a circunstancias extremas por lo que cualquier carne disponible fue muy probablemente utilizada. Es algo que ha sido debatido por historiadores pero esta ya es evidencia contundente. Hay un claro intento por remover el tejido facial y el consumo de cerebro".

La misma carne removida de animales hubiera sido un manjar en el siglo XVII. Las cabezas de cerdo eran parte predominante de las recetas de la época.

Los cortes en los huesos de la niña también muestran un trabajo torpe. Quien realizó el desmembramiento no era un carnicero hábil y no sabía lo que estaba haciendo.

Es posible, además, que esa persona fuera una mujer ya que eran la mayoría de los habitantes del fuerte.

Todavía no se sabe cómo murió la niña pero el asalto a su cuerpo habría tenido lugar poco después de su muerte.

Reconstrucción forense facial

Reconstrucción forense facial digital permitió a los investigadores obtener una imagen del rostro de la niña.

"El intento de remover su cerebro es algo que se necesitaría hacer muy rápido porque el cerebro no se preserva bien", anotó Owsley.

¿Quién era la niña?

Owsley ha trabajado de cerca con el jefe de arqueología William Kelso, del Proyecto de Redescubrimiento de Jamestown y la Preservación de Virginia, institución dedicada a la conservación de la historia y cultura del estado.

Kelso descubrió los huesos de la niña el año pasado durante una excavación que todavía está activa en la zona.

Se sabe poco sobre la víctima, aparte de su edad y que era británica. Su origen se ha confirmado con estudios comparativos en huesos de Cambridge.

Análisis más profundos muestran que la niña estuvo bien alimentada en alguna época y que comía mucha carne, una dieta característica entre los ricos de la época.

Ahora se sabe cómo se veía gracias a la reconstrucción forense facial digital. Los fragmentos de su cráneo fueron escaneados y la información digital arrojó un modelo virtual del que se imprimió una réplica en 3D.

La Época de la Hambruna fue uno de los periodos más horríficos de la historia colonial temprana. Los pobladores se refugiaron en Jamestown expuestos al asedio de los ataques indios y sin alimentos suficientes para aguantar el invierno.

Empezaron a consumir perros, caballos y gatos, pero eventualmente incluso esos recursos se agotaron.

Los sobrevivientes fueron en su mayoría mujeres y niños, y de una colonia de 300 personas, sólo 50 lograron sobrevivir.

Varios documentos escritos indican que los colonos recurrieron al canibalismo pero el hallazgo de la niña proporciona ahora la prueba científica.

“Es alguien haciendo lo que tenía que hacer”, dice Owsley.

Fort James, Virginia