El camino sin retorno de las víctimas de la trata

Alivio y alegría. Eso sienten muchos en Argentina tras la noticia de que la Corte Suprema de la provincia norteña de Tucumán condenó a diez personas que anteriormente habían sido absueltas por el secuestro de María de los Ángeles "Marita" Verón, el caso más famoso de trata de personas en el país. Verón permanece desaparecida desde que fue secuestrada por una red de trata en 2002, cuando tenía 23 años, y la búsqueda que ha entablado su madre, Susana Trimarco, por encontrarla y llevar a la justicia a sus secuestradores ha conmocionado a la sociedad argentina. Hace pocos días, otra noticia relacionada a la trata de personas también causó gran satisfacción. Las autoridades de la ciudad de Buenos Aires anunciaron a finales de noviembre que habían liberado a 96 víctimas durante una serie de allanamientos a prostíbulos clandestinos. Pero mientras la sociedad festeja que estas víctimas hayan sido rescatadas de su calvario y ya no tengan que enfrentar el encierro y el abuso, y los periodistas disfrutemos de -por una vez- poder informar sobre una noticia positiva, la realidad no es tan feliz para estas mujeres. Eso es lo que descubrió esta cronista luego de investigar qué pasa con las víctimas una vez que son salvadas de las redes de trata. BBC Mundo habló con el equipo de personas que se encarga del rescate y el tratamiento de las mujeres liberadas de la trata en la capital argentina y averiguó por qué para la mayoría de ellas el infierno continúa a pesar de su salvación.
Primer paso: la liberación
En Argentina no existen cifras que den cuenta sobre cuántas mujeres son liberadas de las redes de trata cada año pero expertos en la materia aseguran que son una minoría de las cerca de 430 que según el Ministerio de Seguridad son potenciales víctimas de la trata con fines de explotación sexual. El motivo es que se trata de un crimen muy complejo de perseguir. "Si bien la prostitución está prohibida por ley en Argentina, los locales donde se llevan a estas mujeres están habilitados para funcionar con otro fin, por lo que dependemos de inspecciones y de denuncias para hallar los prostíbulos", dijo a BBC Mundo el ministro de Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, Guillermo Montenegro.En Buenos Aires se realizaron 57 allanamientos para liberar a las 96 mujeres que estaban en manos de las redes de trata.
Segundo paso: el tratamiento
Tras declarar ante la Justicia las mujeres son llevadas a un refugio especial, cuya ubicación se mantiene en secreto. Por este motivo, y debido al delicado estado emocional de las víctimas, el gobierno porteño negó a BBC Mundo la posibilidad de hablar con ellas. En el refugio -uno de los cuatro que hay en el país- las que quieren quedarse reciben un intenso tratamiento psicológico y de reinserción social. Algunas de las víctimas optan por volverse a su país de origen: según un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos (la única fuente oficial que existe sobre el tema) "un número significativo" de víctimas de trata sexual en Argentina provienen de Paraguay y República Dominicana."Se las llevan engañadas a los grandes centros urbanos con promesas de trabajo y después les quitan los documentos y las obligan a prostituirse"
Guillermo Montenegro, ministro de Seguridad de la ciudad de Buenos Aires
El problema de las adicciones
"Recuperar a una víctima de trata sexual es una de las cosas más difíciles que hay", admite Tagliaferri. No se trata solo de intentar revertir o neutralizar el efecto del encierro y las violaciones sistemáticas por días, meses y años. También es un desafío enorme enseñar a las mujeres a volver a tener confianza en sí mismas y en otros después de haber sufrido un constante abuso psicológico y físico, muchas veces con torturas.La lucha de Susana Trimarco por liberar a su hija Marita Verón expuso el problema de la trata en Argentina y sensibilizó a la población.
Tercer paso: la reinserción
La última fase del tratamiento tiene que ver con la búsqueda de empleo y la reinserción a la sociedad. No existe una compensación monetaria para las víctimas de la trata y tampoco se les da trabajo, pero el gobierno les otorga subsidios para la vivienda (una vez que deciden abandonar el refugio) y les ofrece capacitación. Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos por lograr recuperar a las víctimas de la trata, Tagliaferri confiesa que la mayoría de ellas recae en la prostitución. "Es la salida más fácil. Sienten que es lo único que saben hacer y que de todos modos sus vidas ya están arruinadas", dice, con resignación."(La prostitución) es la salida más fácil. Sienten que es lo único que saben hacer y que de todos modos sus vidas ya están arruinadas"
Guadalupe Tagliaferri, subsecretaria de Promoción Social del gobierno porteño
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