Søren Kierkegaard

La verdadera enemistad requiere el conocimiento mutuo, y muy pocos se conocen tan bien como el Barça y el Real Madrid, cuyo choque en el Camp Nou (2-1) siguió un modelo que ha tenido versiones mucho más excitantes.

Dos de los protagonistas más estimulantes de la rivalidad trabajan ahora en el extranjero (el Bayern Munich de Pep ganó 3-2 al Bertha BSC; el Chelsea de Mou superó 2-1 al Manchester City) y sus reemplazantes parecen réplicas desteñidas y fatigadas, que no pueden ni quieren ofrecer emociones fuertes.

Los otros dos grandes, Messi y Cristiano Ronaldo, estuvieron lejos de su mejor rendimiento el sábado, en un clásico con más sombras que luces.

El resultado restableció la ventaja de seis puntos del Barça sobre su rival, que prefirió culpar al árbitro antes que reconocer los errores tácticos de Ancelotti.

La indignación se justifica (el empujón de Mascherano a CR fue flagrante); también es comprensible la resistencia a criticar al entrenador: después de todo, los errores pueden corregirse internamente, mientras que la supuesta parcialidad de los árbitros debe ser proclamada desde los techos, aunque más no sea pour encourager les autres, literalmente "para alentar a los demás".

CR y Voltaire

Jose Mourinho

Mourinho celebró, a Pellegrini no le gustó.

Voltaire, en su Cándido, utiliza esta variante irónica de "escarmiento", al narrar la ejecución de un almirante inglés culpable de cobardía ante el enemigo; muchos madridistas fusilarían de buena gana a Undiano Mallenco, pero Cristiano Ronaldo, que no es Voltaire, calificó al árbitro de "cagón de mierda".

Cuesta imaginar cómo calificaría Manuel Pellegrini a José Mourinho si tuviera un carácter más… como Manolo Preciado, el ex técnico del Sporting de Gijón, quien llegó a decir que el portugués era "un canalla y un mal compañero".

Pellegrini se indignó cuando Mourinho festejó el gol de la victoria del Chelsea (Torres aprovechó un regalo del portero Hart) corriendo bajo las narices del chileno y trepando a la tribuna detrás del banquillo visitante: luego explicó que quiso compartir la alegría con su hijo, quien tendría un asiento en ese sector.

(Durante su paso por Madrid también expresó su alegría en una ocasión ante el banquillo rival, explicando que su hijo estaba situado justamente detrás.)

Acción psicológica

Pellegrini

Pellegrini evitó la mano y las burlas de Mou.

Pellegrini se retiró sin ofrecer su mano. Luego reconoció que se abstuvo de hacerlo en forma deliberada y aclaró que no esperaba "ningún otro tipo de festejo [de Mourinho]".

Mourinho salió ganando por partida doble: primero, su Chelsea está en segunda posición, superando por cuatro puntos a su rival del domingo; y segundo… ha desquiciado tal vez el equilibrio emocional de un rival directo.

Ah… también en el fútbol se puede constatar que la antipatía, o el odio, es más fiel que el amor.

Lo cual nos trae nuevamente al Barça/Real Madrid.

Leña para dos

Los críticos han repartido leña tanto para Ancelotti como para el Tata Martino.

El técnico argentino sale mejor parado, ya que tras la victoria sólo le pueden reprochar un enfoque conservador, cauteloso, de equilibrios en vez del torbellino de integridad y audacia al que Pep acostumbró a la afición culé.

Ancelotti y Martino

En el duelo de técnico, Martino quedó mejor parado que Ancelotti.

En realidad, ya es evidente que el plantel ha agotado la fórmula de Guardiola, pero una de las restricciones con las que opera Martino es justamente la necesidad, mientras modifica el modelo, de no espantar a los fieles que se aferran al catecismo.

Hasta el fracaso del experimento de Sergio Ramos como mediocentro podría atribuirse a un acierto de Martino antes que a un error de Ancelotti.

Ramos en el aire

En el Camp Nou se dijo que el Tata, al enterarse de que Ramos estaría en la formación inicial, decidió mover a Messi a la banda derecha para dejar a Ramos "en el aire", sin un cometido preciso que justificara su posición.

(Una tarjeta al comienzo del partido también limitó sus posibilidades.)

Esa posición de Ramos, así como la ubicación con fórceps de Gareth Bale como falso 9, en lugar de Benzema, un hombre que conoce la posición, son los dos grandes reproches que la crítica hace a Ancelotti, quien también dejó fuera a Illara e Isco, dos de los fichajes más mediáticos del presidente Florentino Pérez.

Está en un brete, el buen Carletto.

Nos quedamos con la intriga de cómo habría formado el equipo Mourinho: después de todo, fue él quien concibió la idea de un tercer central como mediocentro, para interrumpir el circuito Xavi-Iniesta-Messi… cuando la máquina culé atravesaba su mejor momento, que no es el caso ahora.

Los triunfadores

El triunfador del clásico, según la cátedra, fue Neymar Jr. De acuerdo, pero la gran figura de la jornada no jugó en el Camp Nou, sino a 1.400km, en Anfield: Luis Suárez dio una clase magistral de habilidad, empuje y eficacia.

Luis Suárez

Suárez, el perfecto (según los comentaristas de TV).

Marcó tres de los goles del Liverpool 4-1 West Bromwich Albion y pudo extender su cuenta a cinco o seis. "The perfect striker", escuchamos por TV.

El cuarto gol fue una maravilla de Daniel Sturridge.

Este Liverpool, desahuciado por muchos, está igualado en puntos con el Chelsea, sólo dos puntos por detrás del Arsenal.

Y para estos días se espera el retorno de Philippe Coutinho, que puede ser la guinda en el postre.

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