Empleados del Museo Egipcio de El Cairo informaron este jueves que la barba azul y dorada de la máscara fúnebre del faraón Tutankamón fue apresuradamente pegada de nuevo después de que sufriera daños tras una caída.
Sin embargo, conservadores del mismo museo han rechazado las acusaciones y aseguran que no fue así.
Aún no está claro cómo ocurrieron los hechos, pero de acuerdo a los reportes, la barba dorada se desprendió de la máscara durante un proceso de limpieza y, en lugar de ser enviada a un laboratorio de conservación, se reparó de forma rápida con un pegamento regular para ubicarla de nuevo en la exposición.
La periodista de la BBC, Orla Guerin, quien ha visto la máscara, asegura que una sustancia que parecía goma de pegar podría verse entre la barba y el resto de la máscara.
Uno de los trabajadores del museo aseguró a la agencia AP que se utilizó pegamento de secado rápido.
El artefacto de 3.000 años de antigüedad es una las principales reliquias halladas en la tumba del faraón en 1922.
Se espera que un comité arqueológico haga público en los próximos días un informe detallado de lo ocurrido.