El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, defendió la captura de un supuesto líder de al Qaeda durante un operativo de fuerzas especiales en Libia, el fin de semana, catalogando el objetivo de "legal y apropiado".

El gobierno de Libia solicitó explicaciones a EE.UU. sobre el asalto en su territorio en el que cayó Anas al-Liby, sospechoso de ser el autor intelectual de ataques con bomba contra embajadas estadounidenses en África, en 1998.

EE.UU. realizó un operativo más el fin de semana en Somalia contra otro objetivo "de valor" pero salió con las manos vacías, delatando fallas de inteligencia.

Este fracaso será útil propaganda para el grupo extremista al Shabab en Somalia, dice el corresponsal de asuntos de seguridad de la BBC. Mientras muchos países que son objeto de estos operativos los consideran ilegales, también podrán estimulan el reclutamiento de más personas a las filas grupos antioccidentales como al Qaeda y sus afiliados.

Objetivos de "alto valor"

Anas al-Liby

Anas al-Liby es sospechoso de planear los ataques con bomba contra embajadas de EE.UU. en 1998.

El doble asalto de fuerzas élite para capturar altas figuras de al Qaeda en dos países diferentes de África, el pasado 5 de octubre, indica la preferencia de Washington de realizar misiones especializadas donde cree que tengan altas probabilidades de éxito.

El gobierno de Barack Obama ha optado por invertir intensamente en operativos conjuntos antiterroristas a nivel de fuerzas élite para dar con lo que llama "objetivos de alto valor".

En Libia, los comandos de la Fuerza Delta del ejército de Estados Unidos lograron dar exactamente con su objetivo.

Lanzaron el operativo desde una base en un país de la OTAN y capturaron Anas al-Liby, sospechoso de ser el autor intelectual de los ataques simultáneos de al Qaeda contra las embajadas de EE.UU. en Kenia y Tanzania en 1998 en los que murieron más de 220 personas. Sobre al-Liby pesa una recompensa de US$5 millones.

"Que las personas que cometen actos de terror y que hayan sido imputadas en los tribunales, por medio de un proceso legal, sepan que Estados Unidos va a hacer todo en su poder, que sea legal y apropiado, para hacer cumplir esa ley y proteger nuestra seguridad"

John Kerry, secretario de Estado de EE.UU.

El gobierno de Libia tildó la captura de "secuestro" y solicitó públicamente a Washington una explicación de lo ocurrido aunque dijo esperar que la situación no dañe la relación entre ambos países.

El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, justificó la captura del sospechoso señalando que se ajusta a las leyes estadounidenses. "Con respecto a Abu Anas al-Liby, él es una figura clave de al Qaeda, y es un objetivo legal y apropiado del ejército de EE.UU."

"Espero que la percepción en el mundo sea que las personas que cometen actos de terror y que hayan sido imputadas en los tribunales, por medio de un proceso legal, sepan que Estados Unidos va a hacer todo en su poder, que sea legal y apropiado, para hacer cumplir esa ley y proteger nuestra seguridad", añadió Kerry desde Indonesia, donde asiste a una cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico, APEC.

Al-Liby no es ningún amigo de Libia, indica el corresponsal de asuntos de seguridad de la BBC, Frank Gardner. No obstante, los ciudadanos de ese país podrían interpretar el asalto estadounidense como una violación humillante de su soberanía nacional.

El hijo de al-Liby acusó al gobierno de Libia de estar implicado en la desaparición de su padre, algo que Trípoli niega.

"Este operativo en el norte de África podría estimular a más reclutas a unirse a grupos extremistas antioccidentales como al Qaeda y sus afiliados", comentó Gardner.

Fracaso en Somalia

Fuerzas élite Seal

Las fuerzas élite Seal de la marina estadounidense no dieron con su objetivo en Somalia.

Mientras las fuerzas especiales realizaban su misión en Libia, otro comando élite lanzaba un asalto en Somalia con resultados muy diferentes.

El llamado Equipo Seals Six de la Fuerza Naval estadounidense penetró el sur de Somalia en busca de un líder de al Shabab, el grupo militante implicado en el ataque, en septiembre, contra un centro comercial en Nairobi, Kenia, que dejó por lo menos 67 muertos.

Washington no identificó el objetivo pero Frank Gardner de la BBC dice que pudo tratarse de Ahmed Godane, cabeza de al Shabab. Sin embargo, la misión fue un fracaso de inteligencia, según el corresponsal.

"Godane no estaba en casa y la residencia costera donde esperaban encontrarlo resultó estar muy bien defendida", escribió Gardner.

Explicó que cuando los comandos navales nadan en la oscuridad hacia su objetivo, están limitados en la cantidad de armas y municiones que pueden cargar, así que el retiro es una decisión pragmática.

"Cuando las fuerzas mejor entrenadas del ejército más poderoso del mundo atacan a una milicia en sandalias y se ven forzados por ésta a empreder la retirada, esto se verá como una victoria propagandística para al-Shabab"

Frank Gardner, corresponsal de seguridad de la BBC

"Pero cuando las fuerzas mejor entrenadas del ejército más poderoso del mundo atacan a una milicia en sandalias y se ven forzados por ésta a empreder la retirada, esto se verá como una victoria propagandística para al Shabab", concluyó el corresponsal de la BBC.

Después de la debacle en Mogadicio en 1993 – un operativo contra milicianos que terminó en el derribamiento de dos helicópteros Blackhawk, numerosas bajas estadounidenses y miles de muertos somalíes, el Pentágono se mantuvo alejado de Somalia durante años.

Sin embargo, recientemente ha realizado una serie de operativos no publicitados y con la anuencia del gobierno somalí. El domingo, el primer ministro de Somalia, Abdi Farah Shirdon Saaid, reconoció estar al tanto del fallido asalto: "Nuestra cooperación con nuestros socios internacionales para luchar contra el terrorismo no es un secreto".

EE.UU. sin duda estará planeando más operativos en Somalia, especialmente dada la urgencia por la magnitud y número de víctimas que dejó del ataque de al Shabab en Nairobi el mes pasado.

John Kerry dejó claro el mensaje que Estados Unidos no cesará "en su esfuerzo de hacer responsables a aquellos que realizan actos de terror".

Pero Frank Gardner advierte que en los países donde suceden esos operativos habrá acusaciones contra la mano dura de una superpotencia global que actúa al margen de la ley para satisfacer sus propios intereses.