Departamento de Estado

El Departamento de Estado dijo que las acusaciones de Maduro son "infundadas y falsas".

El gobierno de Estados Unidos rechazó este lunes las acusaciones del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que el domingo acusó al vicepresidente Joe Biden de liderar una campaña para derrocarlo.

Una portavoz del Departamento de Estado le dijo a BBC Mundo que considera las acusaciones "infundadas y falsas".

"Dichas acusaciones son una distracción de las propias acciones de Venezuela, al culpar a Estados Unidos o a otros miembros de la comunidad internacional por los eventos dentro de Venezuela", aseguró la portavoz.

"El gobierno venezolano debería enfocarse en los reclamos legítimos de sus ciudadanos, que incluyen repetidas violaciones a la libertad de expresión y reunión, así como al debido proceso bajo la ley".

Maduro acusó directamente al vicepresidente Biden, días después de que se reuniera en el Departamento de Estado con un grupo de países caribeños en una cumbre para buscar alternativas energéticas en la región, recuerda el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Thomas Sparrow.

"Aunque los funcionarios estadounidenses tuvieron cuidado de no hablar directamente de Venezuela, que no participó en dicha cumbre, el evento sí fue analizado como una alternativa a Petrocaribe, que durante la última década ha ofrecido petróleo subsidiado a varias naciones del Caribe", asegura Sparrow.

En su cadena nacional, Maduro dijo que "el poder imperial del norte ha entrado en una fase peligrosa de desesperación; han ido hablar con los gobiernos del continente para anunciar el derrocamiento de mi gobierno".

"Acuso al vicepresidente de EE.UU., Joe Biden. (Él) personalmente ha hablado con presidentes y primeros ministros", añadió.

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Maduro y Biden

Maduro y Biden se encontraron en la toma de posesión de la presidenta brasileña Dilma Rousseff.

Por su parte, la oficina del vicepresidente Biden dijo que las acusaciones de Maduro son "evidentemente falsas".

También en declaraciones a BBC Mundo, un portavoz de la oficina dijo que el comentario del presidente venezolano "claramente es parte de un esfuerzo por distraer de la preocupante situación en Venezuela".

El portavoz agregó que la reciente cumbre energética en Washington tuvo como objetivo "promover la prosperidad y la seguridad energética de la región".

Según explica Sparrow, poco después de estas reacciones, el gobierno de Estados Unidos llevó la nueva disputa de las palabras a los hechos, al anunciar nuevas sanciones contra funcionarios venezolanos a quienes considera responsables de actos de corrupción pública y violaciones a los derechos humanos.

El Departamento de Estado no identificó a los implicados, pero sí dijo que las sanciones "envían un claro mensaje de que los abusadores de derechos humanos, quienes se benefician de corrupción pública, y sus familias no son bienvenidos en Estados Unidos".

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