Dylann Roof fue condenado este martes a la pena de muerte por la muerte de nueve afroestadounidenses en una iglesia de Carolina del Sur, Estados Unidos, el 17 de junio de 2015.
El supremacista blanco fue declarado culpable de 33 cargos federales, incluyendo crímenes de odio.
Roof se mostró sin remordimientos y dijo al jurado: "Sentía que tenía que hacerlo y sigo sintiendo que tenía que hacerlo".
El juerado deliberó durante casi tres horas antes de llegar a su veredicto.
La masacre conmocionó al país y reavivó un debate sobre las relaciones raciales y sobre la bandera confederada.
Roof dijo a la policía que quería comenzar una guerra y fue fotografiado sosteniendo la bandera confederada, que para muchos es un símbolo de odio.
La tragedia provocó a que la bandera fuera removida del la casa de gobierno de Carolina del Sur, donde había ondeado durante 50 años.
Este martes, Roof se dirigió al jurado, diciendo: "No sé qué bien haría de todos modos" si le perdonaban la vida.
El juez emitirá una sentencia formal el miércoles por la mañana.
Después de que se anunciara la condena a muerte, el asesino de 22 años se puso de pie y pidió nuevos abogados y un nuevo juicio.
El juez federal de distrito Richard Gergel respondió que "estoy fuertemente en desacuerdo" e instruyó a Roof a "pensar en eso durante la noche".
Casi dos docenas de amigos y familiares de las víctimas fatales de la Iglesia Emmanuel AME en Charleston testificaron durante el juicio sobre cómo los crímenes de Roof afectaron sus vidas.
Pero ninguno de ellos había apelado al jurado para una sentencia de muerte.