La muerte de Hakimulah Mehsud, el jefe del Talibán en Pakistán, amenaza con descarrilar las conversaciones de paz que el gobierno de Islamabad esperaba iniciar pronto con los milicianos.

El ministro de Interior de Pakistán, Chaudhry Nisar Ali Khan, describió el ataque con un avión no tripulado como un "intento de sabotaje de las negociaciones".

El ministro dijo que el ataque llegó en la víspera de que partiera hacia el noroeste del país una delegación de su departamento para iniciar conversaciones cara a cara con el grupo de Mehsud.

Funcionarios paquistaníes esperaban que los ataques de aviones no tripulados pararan de cara a las negociaciones.

Pero eso era antes de las dos incursiones aéreas que jueves y viernes se registraron en la región de Waziristan del Norte, bastión del Talibán y al Qaeda.

¿Allanando el camino?

Obama y Nawaz

El primer ministro paquistaní le pidió a Obama que cesen los ataques con "drones".

Los paquistaníes llevan tiempo quejándose de que Estados Unidos emplee sus drones en la región para sabotear las perspectivas de paz con los islamistas.

La muerte de Waliur Rehman, alto dirigente del Talibán en mayo, llevó a Khan a señalar que "siempre que hay un intento de romper barreras con el Talibán, algo falla".

“Todos tenemos que morir algún día”

Fue precisamente la amenaza de los drones lo que llevó a Mehsud a poner fin a sus frecuentes contactos por teléfono con el servicio urdu de la BBC.

Durante años, tuvo encuentros con periodistas de la BBC que lo recuerdan atrevido, siempre con una sonrisa de satisfacción pero al tiempo irradiando peligro.

En 2007, por ejemplo, llevó a un equipo de la BBC en un automóvil, manejando como un poseso por caminos al borde de precipicios a una velocidad virtualmente imposible.

Su exhibición terminó con un frenazo que dejó el vehículo a unos pocos centímetros de una caída de cientos de metros.

El personal de la BBC permaneció en silencio, en estado de shock mientras él se reía divertido.

Hace unas pocas semanas, le dio una entrevista a la BBC en un lugar cerca de la frontera con Afganistán.

En la entrevista, siempre permaneció alerta por la amenaza constante de un ataque desde el cielo con aviones no tripulados.

El periodista de BBC se mostró también preocupado, no fuera a ser que el ataque de EE.UU. llegara con él allí.

"No te preocupes, todos tenemos que morir algún día", le dijo.

En cualquier caso, hay quien considera que la muerte de Mehsud puede estar allanando el camino para llevar a los milicianos a plegarse a una negociación con el gobierno paquistaní.

Hace unas semanas, Mehsud le dio una entrevista a la BBC en la que expresó cuáles eran sus condiciones para firmar la paz, entre ellas la imposición en Pakistán de la Sharía, la ley islámica.

Con Mehsud fuera de escena, las más influyentes facciones del Talibán paquistaní que quedan en pie son las más favorables al proceso de paz.

Una de ellas incluye a los seguidores de Waliur Rehman, ahora liderados por Khan Said Sajna.

Rehan intentó convertirse en comandante del Talibán paquistaní cuando un ataque con drones mató a su líder y fundador, Baitulah Mehsud, pero no lo consiguió.

Sajna, que está a favor del diálogo con Islamabad, es quien parece mejor colocado para suceder a Hakimulah Mehsud.

Los hombres de Sajna han estado combatiendo y casi ganado una guerra en la ciudad más grande de Pakistán, Karachi, también un importante centro de negocios para bandas criminales.

El otro grupo influyente es el liderado por Asmatulah Muawiya, quien hizo público su agrado con la oferta de paz del primer ministro Nawaz Sharif de agosto, lo que le valió ser reprendido por el liderazgo talibán.

Sin embargo, aunque Muawiya no tendrá esperanzas de dominar el Talibán paquistaní, liderado siempre por hombres de la tribu de Mehsud, sus seguidores constituyen una fuerza sustancial por estar altamente entrenados e ideológicamente motivados.

Talibán

Al talibán se lo acusa de numerosos atentados, algunos de ellos de naturaleza sectaria.