Detenciones, acusaciones de "traición y rebelión" y conspiraciones: ¿qué está pasando en el Ejército de Venezuela?
La crisis llega al cuartel
Son días agitados que se prestan al análisis y a la pregunta de qué está sucediendo en el hermético mundo militar."Por primera vez hemos visto de manera clara y diáfana cómo está repercutiendo la crisis política en el ámbito militar", le dice a BBC Mundo Rocío San Miguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano, especializada en seguridad y defensa.La experta no veía una situación así desde 2002, año del intento frustrado de golpe de Estado contra Chávez. Destaca el alto rango de los detenidos y su vinculación con el germen de la llamada revolución bolivariana que lideró Chávez.San Miguel asegura, sin embargo, que "el generalato" sigue cerca de Maduro.En los últimos años el presidente ha entregado a los militares operaciones trascendentales de gran poder y gestión de dinero como la importación de alimentos y la dirección de la petrolera estatal PDVSA, la joya de la corona y casi única fuente de ingresos del país. "A la Fuerza Armada Nacional Bolivariana no la divide nadie por su fortaleza, (por) su conciencia patriótica nacional", dijo hace dos semanas Vladimir Padrino, ministro de Defensa, lanzando un mensaje de control."A los desesperados les digo: quédense tranquilos, aguanten ahí, no lo van a lograr", agregó.El 28 de febrero, Maduro firmó dos decretos en los que degrada o expulsa del Ejército a un total de 24 miembros de la fuerza armada.Entre las razones esgrimidas está "haber Intentado por medios violentos cambiar la forma republicana de la Nación".El gobierno ha venido denunciando intentos de desestabilizar a las fuerzas armadas por parte de la oposición, que ha apelado a los militares en varias ocasiones ante la crisis económica y política que atraviesa el país.Sectores descontentos
Todos los casos recientes refuerzan un descontento palpable desde hace tiempo.La agencia Reuters publicó en julio del año pasado que al menos 123 miembros de las Fuerzas Armadas habían sido detenidos desde que en abril de 2017 comenzaron cuatro meses de protestas antigubernamentales. Los cargos iban desde traición y rebelión hasta robo y deserción, según documentos militares.- Quién es Juan Caguaripano, el capitán venezolano que se rebeló contra "la tiranía" de Nicolás Maduro
El fantasma del golpe
Esta agitación en el mundo castrense se suma a la crisis económica de Venezuela y a las expectativas de cara a las elecciones presidenciales del 20 de mayo, en las que Maduro, pese a la hiperinflación y la escasez de productos básicos, podría imponerse a una oposición dividida entre el boicot y la participación.Y por todo ello, como ocurre de forma recurrente dado el conflicto político existente, asoma el fantasma del golpe de Estado en un país de extensa tradición militarista que sólo en los últimos 26 años vivió tres intentos golpistas."El golpe es una posibilidad", dice la experta Rocío San Miguel, cuya ONG ha incluido por primera vez en seis años el alzamiento como un posible escenario."Hay poca probabilidad de desarrollo", matiza, "pero hay que ir monitoreando", añade. "Hay un movimiento telúrico y hay que ver qué repercusiones hay en 2018", alerta.El senador estadounidense Marco Rubio, quien parece estar detrás de la dura posición del presidente Donald Trump contra el gobierno de Venezuela, ha hablado abiertamente de respaldar una rebelión militar.https://twitter.com/marcorubio/status/961969524630347776"El mundo apoyaría a las fuerzas armadas en Venezuela si deciden proteger al pueblo y restaurar la democracia derrocando al dictador", escribió Rubio en Twitter en febrero.Y el líder opositor Leopoldo López, que cumple una controvertida condena en arresto domiciliario, aseguró recientemente al diario The New York Times que deben aumentar "las formas de presión"."En 1958, hubo un golpe militar que comenzó la transición a la democracia. Y en otros países de América Latina hubo golpes de Estado que convocaron elecciones. Entonces no quiero descartar nada, porque la ventana electoral se ha cerrado", afirmó López.La oposición institucional, sin embargo, rechaza esa posibilidad."No estamos alentando un golpe de Estado ni un alzamiento militar. Los civiles debemos resolver nuestros propios problemas", dijo hace dos semanas Edgar Zambrano, presidente de la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad del Parlamento, de mayoría opositora. El militar que me envía mensajes encriptados por WhatsApp no habla de golpe, sino de "intentona".El ministro de Defensa, Padrino, lo verbaliza con más claridad. "Estoy en completo desacuerdo con esos golpes de Estado (…)", dijo hace dos semanas."Eso ya no tiene cabida en este siglo, tenemos que entenderlo, compatriotas, compañeros, actores políticos de la vida nacional", reclamó tras semanas agitadas en los cuarteles.Noticias relacionadas