La amenaza de una sanción pendía sobre la cabeza del alcalde de Bogotá desde hacía casi un año, pero pocos creían que se pudiera llegar a tanto.

Este lunes, sin embargo, el alcalde capitalino Gustavo Petro fue destituido de su cargo e inhabilitado de poder aspirar a cargos públicos por un período de 15 años.

La sanción, ordenada por el Procurador General de la República, Alejandro Ordoñez, está vinculada a supuestas irregularidades en la reforma del sistema de recolección de basuras de la capital colombiana que fue ordenada por el Petro en diciembre del año pasado.

Pero la misma no está exenta de polémica, como indica desde Bogotá el corresponsal de BBC Mundo, Arturo Wallace.

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, y Gustavo Petro

En esta foto de julio de 2013, se observa al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, junto a Petro, en un evento en Bogotá.

"Muchos en Colombia la consideran desproporcionada y una prueba más del poder excesivo que aseguran que concentra el procurador Ordoñez, quien tiene entre sus responsabilidades la sanción de los funcionario electos que pudieran incurrir en alguna falta", explica Wallace.

En el caso de Petro, la Procuraduría determinó que el alcalde había fallado al implementar un nuevo modelo de recolección de basuras "por fuera de la ley", dándole responsabilidades a entidades sin experiencia ni capacidad, vulnerando la libre competencia y poniendo en riesgo el medio ambiente y la salud de los bogotanos.

"Él (Petro) sabía que sus decisiones eran irregulares", declaró el procurador Ordoñez al anunciar la destitución del funcionario, líder del Movimiento Progresistas, una organización de tendencia izquierdista.

"Estamos ante un golpe de Estado sobre el gobierno progresista en la ciudad de Bogotá", fue la reacción de Petro.

"Pido a toda la ciudadanía democrática movilizarse en Bogotá y en el país. Vamos por la Paz y por la Democracia", agregó el alcalde.