Las políticas impositivas raramente ocupan titulares en Francia, pero la disputa entre el actor francés más famoso en la actualidad y el gobierno le han dado al asunto una prominencia inusual.
La oposición de Gerard Depardieu a los planes del gobierno francés de imponer un impuesto del 75% sobre la renta de los más ricos llevó al actor a anunciar que abandonaría el país.
Cuando el primer ministro Jean-Marc Ayrault aseguró que se trataba de una acción "mezquina", Depardieu amenazó con romper en pedazos su pasaporte francés.
El asunto tomó un nuevo cariz la semana pasada, cuando el protagonista de "Cyrano de Bergerac" solicitó la ciudadanía rusa, profesando su amor por esa "gran democracia".
El presidente Vladimir Putin le entregó su pasaporte personalmente el fin de semana pasado.
Así, la disputa entre el actor y el gobierno socialista francés y sus derivaciones internacionales han vuelto a poner en primera plana el tema de los impuestos.
"Exilio" económico
Sin embargo, Depardieu no es el primer famoso que amenaza con abandonar Francia. En el transcurso de los años han sido muchos los deportistas, artistas y líderes económicos que silenciosamente han decidido dejar el país por diversas razones.
Suiza –la nación adoptiva de celebridades de todo el mundo- parece ser el destino preferido de los exiliados franceses más prominentes.
El cantante Charles Aznavour –que tuvo disputas públicas en relación con los impuestos en la década de los años 70- ha vivido en el país helvético desde hace cuatro décadas.
El actor Alain Delon puso en marcha una compañía de artículos de lujo a su nombre en Ginebra en 1978 y adquirió la ciudadanía suiza en 1999.
El cantante Johnny Hallyday (nombre artístico de Jean-Philippe Smet) se mudó al centro de esquí de Gstaad, en el este de Ginebra, en 2006.
Informes publicados por los medios de comunicación sugieren que Hallyday paga en este país muchos menos impuestos de los que pagaría en Francia en este momento, cuando aún no se ha aplicado la tasa del 75%.
El campeón de rally Sebastien Loeb se convirtió en residente suizo en 2003. Hace tres años explicó sus razones para el cambio: "Los impuestos en Francia son enormes y la carrera de un deportista no dura para siempre".
También Bélgica
Jo-Wilfried Tsonga, el tenista francés mejor ubicado en la clasificación de la ATP, reside en Suiza desde 2008, aunque nunca ha señalado que los impuestos hayan sido una razón para ello.
Otras estrellas del tenis francés que cruzaron la frontera son Guy Forget, Amelie Mauresmo, Richard Gasquet, Gilles Simon, Fabrice Santoro y Gael Montfils, entre otros.
Hay quienes, sin embargo, prefieren el sur de Bélgica, una zona que comparte el mismo idioma. Depardieu anunció el mes pasado que quería comprar una casa allí. La familia Meunier, que controla la cadena de supermercados Carrefour, vive al otro lado de la frontera, a dos pasos de Francia.
Bernard Arnault, director del grupo de artículos de lujo LVMH y el hombre más rico de Francia, solicitó la ciudadanía belga en septiembre, aunque negó que fuese por razones fiscales y aseguró que seguiría pagando impuestos en Francia.
El actor Christian Clavier, protagonista junto a Depardieu en las películas de "Asterix", se mudó a Londres el año pasado.
Su agente afirmó que el cambio era temporal y que no estaba motivado por los impuestos.
Si se considera a los menos famosos, la lista parece no acabar.