Con el concurso del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), las autoridades cubanas están inmersas en un proceso de capacitación en materia de metodología para el combate del lavado de dinero y del financiamiento del terrorismo.

Alejandro Montes de Oca, el especialista que dirigió el curso, me explicó que ahondaron en "40 recomendaciones en materia de criminalización y tipificación" de esos delitos y en "las medidas preventivas para el sistema financiero y la cooperación internacional".

"Cuba fue puesta en una lista negra por el GAFI pero la razón fue de orden formal, tiene que ver con el hecho de que no formaba parte de ninguna institución internacional de las que luchan contra estos temas. Pero ya salió de esa lista negra, ahora está en una lista gris, en un estadio intermedio hacia la lista blanca", explica Montes de Oca.

Sin embargo, formal o no la lista negra implicaba "la posibilidad de recibir sanciones financieras de organismos y países. Las instituciones financieras deben tomar recaudos especiales, considerar de alto riesgo a estos países y eventualmente se pueden llegar a no realizar transacciones con personas físicas y jurídicas de los países miembros de esa lista".

Alejandro Montes de Oca

Alejandro Montes de Oca asegura que “en Cuba existe un compromiso muy fuerte de mejorar sus sistemas".

Una importante funcionaria del Banco Central de Cuba le dijo a BBC Mundo que su país fue incluido en la lista negra por manipulaciones y que los cursos de capacitación no han aportado nada nuevo: "ya nosotros aplicábamos desde hace mucho todas esas recomendaciones".

Le recordé a la señora que hace poco tiempo de EE.UU. vincularon a la sucursal en Cuba de un banco internacional con la desaparición de US$30 millones provenientes de una estafa al servicio de salud estadounidense.

Entonces la funcionaria reclamó que no publicara sus palabras a pesar de que me había presentado como periodista desde el inicio. "Yo soy una funcionaria pública y no puedo dar información", dijo y aseguró que esa regla "funciona en todas partes del mundo".

Montes de Oca no quiso comentar las opiniones de esta señora, pero reconoció que "en Cuba existe un compromiso muy fuerte de las autoridades de mejorar sus sistemas e integrarse en los circuitos internacionales de lucha coordinada contra estos delitos".

Agregó el especialista que "Cuba está en el proceso de aprobar nuevas normas antes de fin de año. Decretos ley que profundizarían esas medidas y apuntarían a cumplir con el plan de acción que el gobierno acordó con el GAFI, para salir de la lista gris".

Algunas de las medidas del grupo internacional podrían beneficiar la lucha contra la corrupción dentro de Cuba dado que exigen transparencia en las transacciones, tanto de las personas como en la identificación de los beneficiarios finales detrás de las empresas.

Montes de Oca asegura que "se apunta a que se haga especial hincapié en aquellas personas que ocupan cargos públicos y sus allegados". De esta forma la sociedad podría tener un control mayor y más efectivo sobre quienes manejan las finanzas del Estado.

Las particularidades de Cuba

Pero, en el caso de Cuba, la transparencia choca con la persecución internacional de Estados Unidos, lo cual implica que muchas transacciones deben hacerse casi en secreto para impedir sanciones y multas de Washington contra los bancos que negocian con la isla.

Para Alejandro Montes de Oca ese es un asunto político y "nosotros entramos en el tema técnico. El GAFISUD evaluará a Cuba durante un año, es una evaluación mutua, entre pares. Es una evaluación técnica, no política y culminará con un informe en diciembre del año próximo".

Puede que no sea un asunto técnico pero se trata de un detalle nada pequeño cuando de Miami "la administración Obama ha sido particularmente tenaz en cuanto a la política de sanciones sobre los bancos que operan activos cubanos".

Dólares

Una sucursal en Cuba de un banco internacional apareció en la prensa como destinataria del dinero de una estafa al sistema de salud de EE.UU..

Y para que no queden dudas dan las cifras: "Desde el 2009, más de US$2.000 millones en multas han sido impuestas por violar el embargo en relación con transacciones financieras vinculadas a Cuba, duplicando las que se aplicaron durante la era de Bush".

La situación ha llegado a tales extremos que la delegación diplomática cubana en Washington acaba de paralizar debido a que ningún banco con sede en EE.UU. quiere aceptar sus cuentas por temor a las represalias del Departamento del Tesoro.

A nivel internacional los acuerdos con el GAFI le abrirán a Cuba algunas puertas, pero parece evidente que pasar a una lista blanca no la salvará de las sanciones de Washington, las que se extienden a las instituciones financieras que realizan transacciones con la isla.