Cuba: por qué Raúl Castro (a diferencia de Fidel y el Che) es un revolucionario sin iconografía
Su rostro no se convirtió en camisetas, llaveros o encendedores y, difícilmente, un póster con su retrato adornará la habitación de un adolescente.A diferencia del Che Guevara, Raúl Castro no fue un ídolo revolucionario. No se transformó en ícono ni en un bien de consumo.Tras la salida del poder de su hermano Fidel por enfermedad, gobernó Cuba durante 12 años, pero la suya no fue la imagen del líder indiscutible y emblemático de la Revolución Cubana.Este 19 de abril, el menor de los Castro, por su propia voluntad, debe retirarse del cargo de presidente de la isla.
El "barbudo" imberbe
El "tribuno" y el "burócrata"
La diferencia de edad de Raúl respecto a los demás comandantes de la Revolución, argumenta Rojas, fue clave en el desarrollo de una personalidad política y un estilo distintos a los de su hermano.La condición de mártires
Así lo hicieron también el Che Guevara y Camilo Cienfuegos, las únicas figuras que podrían discutir el liderazgo de Fidel en el terreno simbólico.Presencia "invisible"
Imagen política
No obstante, la ausencia de Raúl como motivo icónico en las artes y en la cultura popular no significa que no tuviera una imagen cultivada desde el punto de vista de la propaganda política.Noticias relacionadas