¿Cuánto cuesta el acceso a un diputado en México?

Es frecuente verlos en la antesala de las oficinas de diputados y senadores, caminan sin problemas por los salones donde sesiona el Congreso o departen en animados almuerzos con líderes de partidos, alcaldes, periodistas y funcionarios públicos. Se los conoce como "cabilderos", representantes de grandes empresas que pretenden influir en la aprobación de leyes y programas de gobierno que les interesan. El trabajo de estos personajes es motivo de frecuente polémica, sobre todo en estos días en que el Congreso mexicano analiza varias reformas económicas que pueden afectar o beneficiar a poderosos intereses mexicanos y extranjeros. El número de cabilderos aumentó en los últimos años. Incluso el senador Miguel Barbosa, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), asegura que son "un enjambre". "En México se confunde el cabildeo con la cooptación", le dice el legislador a BBC Mundo. "Unos cabilderos sí actúan con argumentos técnicos para convencer a legisladores, otros a veces intentan cooptar". Parte del problema, según algunos especialistas, es que esta actividad no está completamente regulada y por lo mismo abundan empresas consultoras que se valen de viajes, regalos o amenazas públicas para conseguir legislaciones o decisiones de gobierno que les favorezcan.
"Siempre ganan"
"En México se confunde el cabildeo con la cooptación. Unos cabilderos sí actúan con argumentos técnicos para convencer a legisladores, otros a veces intentan cooptar"
Miguel Barbosa, senador
El impuesto a bebidas azucaradas desató una intensa batalla entre cabilderos que se reflejó en los periódicos mexicanos.
Cambios de reglamento
El escenario se repite periódicamente, recuerda el investigador José Gómez Valle, del Departamento de Estudios sobre Movimientos Sociales (Desmos) de la Universidad de Guadalajara. "Claro que han influido, cada año en la aprobación de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos hay agentes o promotores de algunas causas de presionan de manera especial", le dice a BBC Mundo. El problema, sin embargo, no reside sólo en los cabilderos sino también en diputados, senadores o funcionarios públicos que ceden a las presiones, según insisten los especialistas. De hecho, la Cámara de Diputados modificó su reglamento interno para prohibir a los legisladores aceptar regalos de los representantes de consorcios de cabildeo. La enmienda también prohíbe que familiares de diputados o funcionarios de la Cámara hasta en cuarto grado gestionen citas, reuniones o pretendan influir de alguna manera en la elaboración y voto de iniciativas legales."Se encierran los cabilderos con los legisladores, se imponen los poderes fácticos y al final siempre ganan"
Dolores Padierna, senadora
Regulación
¿Es realmente negativo el trabajo de las empresas de cabildeo? No, dice el senador Barbosa, pues incluso en algunos momentos puede ser muy útil para el trabajo legislativo. Pero se necesitan normas claras para regular el trabajo de intermediación que realizan y evitar que se favorezca a intereses particulares, según señala el investigador Gómez Valle.El cabildeo reciente más intenso tuvo lugar en el debate por el impuesto a bebidas azucaradas.
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