Costa Rica es un pequeño país latinoamericano que se ha hecho famoso en el mundo entero porque no tiene ejército y por sus políticas de defensa de los derechos humanos.

Sin embargo, pocos conocen que también fue el primer país latinoamericano que prohibió la fertilización in vitro (FIV). La FIV es un procedimiento en el que la fecundación de óvulos por espermatozoides se realiza fuera del cuerpo de la madre.

La prohibición de la FIV en Costa Rica, emitida en el año 2000, todavía está vigente y una pareja con problemas de fertilidad que quiera tener acceso a la fecundación asistida sólo puede hacerlo si viaja a otro país.

Por esta situación la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a Costa Rica en diciembre de 2012 por violar los derechos a la vida privada, los derechos reproductivos y los derechos a la integridad personal de sus ciudadanos.

El tribunal internacional ordenó a Costa Rica crear una ley que permita la FIV e incluir esta opción gradualmente en su sistema de salud pública.

La corte también exigió pagar indemnizaciones a aquellas parejas con problemas de fertilidad que demandaron al Estado costarricense y que no pudieron tener hijos por la prohibición.

Cronología

  • Marzo de 2000: Costa Rica prohíbe la fertilización in vitro (FIV).
  • 2001: parejas con problemas de fertilidad elevan una queja ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por la prohibición de la FIV. Posteriormente, la Comisión elevó el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).
  • 20 de diciembre 2012: la CorteIDH condena a Costa Rica y declara que la prohibición de la FIV viola los derechos humanos.
  • 2 de abril 2013: el gobierno de Costa Rica envía al Congreso un proyecto de ley para permitir la fertilización in vitro.
  • Agosto de 2013: el 10 de agosto la Iglesia Católica y las evangélicas organizan una marcha en las calles de San José por la familia para manifestarse por la familia y protestar por varios proyectos de ley, entre ellos el de FIV. En este momento el proyecto de ley está estancado en el congreso.

Pero a pesar de la condena, Costa Rica se mantiene en una especie de rebeldía jurídica internacional ya que si bien algunas de las medidas de reparación se han cumplido, el proyecto de ley para dar legalidad a la FIV está estancado en el congreso y no tiene un panorama promisorio.

Al contrario, la Iglesia Católica y los grupos conservadores están presionando para que no se apruebe y las discusiones están generando un ardiente debate sobre los derechos humanos, la concepción de la vida humana y el concepto de familia.

La pérdida de embriones

El pasado fin de semana la Iglesia Católica y las iglesias evangélicas de Costa Rica realizaron a una marcha "Por los derechos de la familia y la paz".

Cerca de 5.000 personas marcharon por las calles de San José para protestar por lo que consideran es un "ataque a la familia" y afirmaron su rechazo al actual proyecto de ley de FIV y a otras iniciativas que se discuten en el congreso sobre el matrimonio de personas del mismo sexo, el aborto y la pastilla del día después.

El obispo José Francisco Ulloa recientemente calificó a estas iniciativas de "horrores" y "nefastas" y pidió a los católicos oponerse a ellas, ya que, según dijo, de lo contrario, estarían traicionando sus valores.

Pareja en la lucha

Ileana y Miguel Yamuni no pudieron tener hijos y son una de las parejas icónicas de la lucha por la FIV en Costa Rica.

Un detalle clave de quienes se oponen a la FIV es el argumento de la pérdida de embriones que se produce durante este proceso.

Durante el juicio ante la Corte Interamericana, los abogados del Estado costarricense, al defender la prohibición de la FIV, argumentaron que la vida se inicia desde el momento de la fecundación de un óvulo con un espermatozoide y se forma un embrión.

El obispo Ángel Sancasimiro, que participó en la marcha del fin de semana, admitió a la prensa local que la Iglesia Católica costarricense estaría dispuesta a aceptar la FIV "siempre y cuando haya respeto total a la vida, por tanto, con un óvulo o máximo dos de fecundación y nada de mantenerlos congelados".

Sobre este punto, la resolución de la Corte Interamericana establece que "tanto el embarazo natural como en el marco de la FIV existe pérdida de embriones, de manera que se trata de un riesgo que resulta común e inherente incluso en procesos donde no interviene la técnica de la FIV".

El país rebelde

A finales de julio, Boris Molina, el abogado de las parejas que demandaron al Estado costarricense, envió una carta a la Corte Interamericana para comunicarles a los jueces internacionales que Costa Rica continúa sin emitir una ley sobre FIV.

Molina indicó en su nota que mientras no se suprima "la prohibición de facto" sobre la fertilización asistida "el Estado de Costa Rica estaría en franco incumplimiento de la sentencia".

En 2012, antes de la sentencia de la Corte Interamericana, BBC Mundo conversó con Ileana y Miguel Yamuni, una de las parejas icónicas en la lucha por la legalización de la FIV en Costa Rica.

Relación controversial

Algunos sectores políticos, especialmente en las últimas semanas, han criticado la relación cercana de la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, y las autoridades católicas.

"Siento que mi ilusión de tener un hijo con Miguel, nuestro proyecto de vida, sentí que me lo estaban arrebatando", afirmó en ese momento Ileana.

Cuando Costa Rica prohibió la FIV los Yamuni ya estaban haciendo su primer intento de embarazo a través del procedimiento in vitro. Así que tuvieron que continuar el proceso fuera del país, en España.

Si lo hubieran realizado localmente los costos hubieran sido la mitad. Tras dos intentos fallidos, uno en España y otro en Colombia, y con gastos por US$35.000, esta pareja decidió no continuar con su sueño de ser padres.

"Ni esta corte (refiriéndose a la Corte Interamericana) ni ninguna otra va a decidir cuándo comienza la vida y eso no debería ser el centro de la discusión", afirmó a BBC Mundo en esa entrevista Miguel Yamuni.