Arturo Vidal anotó tres goles en los dos primeros partidos de Chile en la Copa América.

"No, no puede ser, ¡otra vez!" fue la reacción que se repitió durante la noche, la madrugada y la mañana en Chile y alrededor del mundo entre muchos aficionados de la selección de ese país.

Arturo Vidal, el alma y pulmón de la selección anfitriona, el líder goleador de la Copa América, había sufrido un accidente de tránsito mientras conducía su Ferrari bajo los efectos del alcohol.

Lea: Detienen a estrella de fútbol chileno Arturo Vidal tras accidente automovilístico

La noticia se recibió como un golpe directo, casi fulminante, a la ilusión de un país que sueña con ganar por primera vez el título continental y que sintió cómo la memoria recuperaba los recuerdos de la serie de escándalos que han manchado su fútbol en los últimos años.

Vidal tuvo que comparecer este miércoles ante un tribunal que decretó medidas cautelares, como el retiro de su licencia de conducir y firma mensual en el consulado de Chile en Milán, Italia, mientras que fijó un plazo de investigación de 120 días.

Todavía falta por ver las consecuencias penales que puede tener un hecho de por sí censurable en un país en el que la ley establece tolerancia cero en este tipo de casos, pero que en lo deportivo ya tuvo un efecto desmoralizador entre los aficionados.


Según las autoridades chilenas Vidal conducía su Ferrari bajo los efectos del alcohol.

Chile se juega ante Bolivia este viernes el liderato del grupo A y la opción de seguir disputando todos sus partidos en Santiago.

En todo caso el director técnico de Chile, Jorge Sampaoli, descartó excluirlo de la selección.

"La medida que vamos a tomar como cuerpo técnico es tratar de hacer saber (a Vidal) que para nosotros es un jugador muy valioso, que sabemos que cometió un error (pero) que para nosotros no es determinante como para excluirlo", dijo Sampaoli en una conferencia de prensa.

"Hoy por hoy lo que nosotros necesitamos es incluirlo", agregó.

La garra del rey Arturo

Si Alexis Sánchez, el niño maravilla, representa la magia, el regate, el desequilibrio de una generación que ha transformado el fútbol chileno en la última década, Vidal ha asumido el papel de guerrero, el de motor y garra de esa selección.


Conocido como "Rey Arturo", Vidal celebró su segundo gol ante Brasil en el sudamericano sub20 en 2007.

Vidal fue el protagonista del momento que marcó un antes y un después. Ocurrió el 21 de enero de 2007, en el Campeonato Sudamericano Sub20 de Paraguay, en la ronda final del torneo.

Chile, que había perdido 4-2 contra Brasil en la fase de grupos, caía derrotado frente a la Canarinha jugando con nueve hombres. En el minuto 84 hubo un penal a favor de la Rojita sudamericana y Vidal asumió la responsabilidad de anotar el gol del empate.

Brasil volvió a adelantarse en el minuto siguiente, pero Chile siguió luchando hasta el último segundo del partido cuando se pitó otro penal a su favor.


Vidal fue vital para las clasificación de Chile a los mundiales de Sudáfrica y Brasil.

Vidal volvió a tomar el balón y lo mandó al fondo de la red. Las imágenes de ese partido y sus declaraciones -en las que destacó la garra y las partes nobles que puso Chile en el partido- quedaron en la retina popular.

Ese empate abrió el camino para la clasificación al mundial de la categoría en Canadá ese mismo año, en el que Chile quedó en tercer lugar tras perder en semifinales contra Argentina.

Esa generación fue creciendo y clasificó a los mundiales de Sudáfrica y Brasil con una apuesta de fútbol atractivo y ofensivo, estilo que recibió el elogio de la prensa internacional y que puso a sus máximos exponentes, Vidal y Sánchez, un lugar en la élite del fútbol.

Explosivo

Vidal es un jugador explosivo, de carácter, dentro del terreno de juego. Fuera de él se muestra como una persona amable, en constante contacto con sus seguidores a través de las redes sociales como quedó en evidencia con sus palabras y mensajes tras el accidente sufrido este martes.

Pero su figura no ha estado exenta de la polémica por actos de indisciplina.


Junto a la Juventus ganó este año los títulos de Liga y Copa en Italia y fue finalista de la Champions.

El de mayor repercusión ocurrió en 2011, en el llamado "Bautizazo", cuando Vidal llegó tarde junto a Gonzalo Jara, Jean Beausejour, Carlos Carmona y Jorge Valdivia a la concentración de la selección para preparar un partido eliminatorio al Mundial de Brasil.

Los jugadores habían asistido a un bautizo del hijo de Valdivia y el técnico Claudio Borghi declaró que "llegaron en un estado no adecuado" por lo que recibieron un duro castigo de 10 partidos de suspensión por parte de la Asociación Nacional de Fútbol chileno, la ANFP.

Lea: Resultados y tablas de la Copa América 2015

Vidal ofreció disculpasy lloró en una rueda de prensa, donde dijo sentirse avergonzado por lo ocurrido y por las consecuencias que pudo haber generado el accidente.

El mediocampista también suma incidentes con su equipo, la Juventus de Italia, donde fue multado por llegar tarde a entrenamientos y concentraciones.

De Puerto Ordaz a Dublín

La imagen del Ferrari chocado por Vidal revivió estos casos y otros escándalos que han sacudido el fútbol chileno.


La selección chilena protagonizó un escándalo en la Copa América de Venezuela en 2007.

El de Puerto Ordaz, en la Copa América de Venezuela, fue el más grave de todos.

La ANFP sancionó con 20 partidos de suspensión a seis internacionales que se vieron involucrados en un acto de indisciplina y presunto acoso sexual durante la concentración del equipo en el Hotel Mara Inn de la ciudad venezolana.

El drástico castigo fue recibido por Jorge Vargas, Rodrigo Tello, Pablo Contreras, Reinaldo Navia, Álvaro Ormeño y Jorge Valdivia.

Antes de eso, en 2006, dos futbolistas, Mark González y Reinaldo Navia, fueron apartados de la selección por recibir visitas no autorizadas en el hotel durante una visita a Dublín, Irlanda.


Chile está pendiente de lo que se decida en este tribunal y en la posición que tome el técnico Jorge Sampaoli en la concentración de la selección.

Fueron casos de indisciplina que el aficionado chileno pensaba que habían quedado en el pasado, lejos de la ilusión que representaba ser anfitriones y protagonistas de la fiesta del fútbol sudamericano.

Vidal compareció ante la justicia y quedó en libertad. Luego se reincorporó a la concentración con el resto de sus compañeros para seguir sus entrenamientos para el choque contra Bolivia.