Cómo unos electrodos en el cerebro pueden ayudar a tratar la obesidad y la depresión
Anna había pasado gran parte de su vida deprimida y buscando diversos tratamientos que pudiesen ayudarla. Tomó antidepresivos, se sometió a psicoterapia e incluso experimentó la terapia electro-convulsiva, que consiste en pasar la electricidad a través del cerebro. Tratamientos como estos surtían efecto por períodos cortos y después, la depresión regresaba.
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Resultados sorprendentes
Los resultados en Anna fueron espectaculares. El tratamiento no solo ayudó significativamente en su depresión, sino que perdió un 50% más de peso del que había logrado con cualquier otro tratamiento anterior: hasta 2,8 kilos al mes. Thomas Munte, un neurólogo de la Universidad de Lubeck (Alemania) que trató a Anna, dice que, si bien el objetivo inicial era tratar su depresión, la pérdida de peso era el "objetivo secundario" de la cirugía. En su caso, los dos parecían estar vinculados.El hecho de que Anna haya perdido peso con el tratamiento está generando debates sobre cómo abordar lo que se considera que es una epidemia mundial: la obesidad.- Cómo estar obeso no sólo impacta en tu cuerpo, sino también en tu mente
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Viejo conocido
La estimulación cerebral profunda es un método controversial, pero no es un tratamiento nuevo. Se remonta a 1930, cuando los neurocirujanos no eran tan cautelosos como lo son hoy en día.Nueva fase
Cuando los medicamentos antipsicóticos y antidepresivos comenzaron a recetarse de manera más común y ordinaria, la prevalencia de estas técnicas invasivas e irreversibles se redujo.Pero las lecciones aprendidas para las áreas cerebrales involucradas se volverían importantes para la estimulación cerebral profunda tal como la conocemos hoy.Tratar la obesidad
En algunas personas, la obesidad puede deberse a un sistema de recompensa alterado en el cerebro, dice el neurólogo Munte. Hay quien incluso muestra patrones cerebrales diferentes a las personas que son más delgadas cuando se les somete a imágenes de alimentos de aspecto delicioso.La teoría es que el núcleo accumbens del cerebro es el área que atrae a las personas adictas al objeto de su deseo, ya sea comida, alcohol o drogas. Por lo general, el área de nuestro cerebro que nos ayuda a actuar de forma racional evita que la parte impulsiva e inmediata con hambre de recompensa tome el control.Esperanza para el futuro
Ahora, tras casos como los de Anna y otros pacientes, es posible que pronto veamos los efectos positivos que la terapia cerebral profunda tanto para tratar la depresión como la obesidad. Por ejemplo, Zielinski ha visto cómo esta terapia se ha usado en más de 2.500 procedimientos desde 1990 para tratar pacientes con agresión patológica, el síndrome de Tourette y el trastorno obsesivo compulsivo.Prudencia
Aún así, Munte recalca que estamos lejos de usar la estimulación cerebral como un tratamiento generalizado para la obesidad, especialmente porque debería considerarse como último recurso.Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.
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