Cómo unas ingeniosas cajas de cristal se volvieron poderosas armas en manos de colonizadores británicos

Una caja diseñada en la década de 1830 para ayudar a las plantas a sobrevivir largos viajes, revolucionó mucho más que la botánica... ¿Cómo?Imagine la escena: un barco fondeado en el sudeste de China, a principios de la década de 1840, donde el botánico y cazador de plantas Robert Fortune estaba "muy molesto" por la miserable colección de plantas que su criado chino ha reunido. Claramente, en lugar de caminar por las colinas como se le ordenó, el sirviente apenas se había aventurado más allá de la orilla del mar. Fortune asumió que se debía a la pereza, pero el criado insistió en que le habían dicho que las personas que vivían en las colinas eran peligrosas."¡Tonterías!", dijo Fortune, determinando ir en persona y rechazando la oferta del capitán de su barco de enviar a los miembros de la tripulación para su protección.Al principio, no tuvo ningún problema. Los extranjeros eran algo raro en esos laresasí que, por donde pasaba, Fortune atraía a una gran multitud, pero era "generalmente respetuosa".Como más tarde escribió, con "300 o 400 de los chinos, de ambos sexos y de todas las edades, mirándonos con asombro", logró llenar varias de sus preciosas cajas con muestras.Pero pasó lo que le habían advertido que podía pasar: Fortune y su sirviente, "pálido de miedo", se vieron rodeados de ladrones con cuchillos."Mis pobres plantas, recolectadas con tanto cuidado, volaban en todas direcciones", lamentó.
Y piratas
No obstante, el episodio no pareció afectar la confianza del joven escocés.Colonialismo
Ward pensaba que los humanos, como los helechos, se beneficiarían de estar fuera del aire contaminado de Londres y preveía grandes invernaderos sellados en los que las personas contagiadas de sarampión o tuberculosis pudieran convalecer.No previó que su caja acristalada estaba a punto de revolucionar la agricultura, la política y el comercio mundial.Y es que la cacería de plantas nunca había sido solo acerca de plantas perennes herbáceas.El "padre de la cacería moderna de plantas", Sir Joseph Banks, era muy consciente del potencial económico de trasladar los cultivos de un puesto colonial a otro.A finales de 1700, convirtió los Jardines de Kew de Londres en una especie de cámara de compensación imperial para la flora.La guerra del opio
Y esas mismas cajas de cristal contribuyeron a aflojar el control de China en el mercado del té. Ward publicó su libro en 1847, unos años después de que Reino Unido ganara la Primera Guerra del Opio. Cuando los chinos decidieron dejar de aceptar el opio cultivado en India a cambio de su té, los británicos enviaron barcos para que cambiaran de opinión. La razón era sencilla: los impuestos sobre el té representaban casi una décima parte de los ingresos del gobierno británico en ese momento.Por lo tanto, la East India Company, que prácticamente gobernaba el subcontinente en nombre de Reino Unido, decidió que necesitaba un plan de contingencia: cultivar más té en la India.Eso implicaba que había que sacar de contrabando algunas plantas de té de China. Y había un hombre idóneo para hacer ese trabajo.Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.https://www.youtube.com/watch?v=gFkihTytGRU
Noticias relacionadas