Trabajan, comen y duermen sobre ruedas. Los conductores de camiones que transportan mercancías en Europa occidental para la empresa sueca de muebles IKEA y otras compañías están viviendo en sus propios camiones durante meses, reveló una investigación de la BBC.
Algunos de estos conductores – que provienen de países más pobres y son contratados por empresas de transporte ubicadas en Europa del Este- le dijeron a la BBC que sus salarios no superan los US$4 por hora.
Y por esa razón no pueden tener acceso a rentar o comprar un espacio para residir en los países donde trabajan y tienen que vivir dentro de los transportes.
"Me siento como un preso en mi propia cabina", le dijo uno de ellos a la BBC.
Por su parte, IKEA señaló que los testimonios de los conductores, revelados por una investigación publicada este miércoles, le "entristecen".
Los conductores explicaron que ellos fueron contratados por empresas de transporte basadas en Europa del Este. Estas empresas a su vez son contratadas por IKEA para distribuir sus productos entre los distintos países europeos.
Salario insuficiente
Emilian, un conductor rumano, pasó cerca de cuatro meses trabajando, durmiendo, comiendo y bañándose dentro de su camión.
Este chofer transportó mercancías de IKEA por toda Europa del Este y estuvo recientemente en Dinamarca. Dijo que el salario que le pagaban era en promedio de unos US$506 mensuales, mientras que el mismo trabajo en Suecia, donde IKEA tiene sus oficinas centrales y fábricas, tiene un salario promedio de US$2.300.
Las reglas de la Unión Europea señalan que a un conductor que trabaja de forma temporal fuera del país sede se le debe garantizar los "mínimos establecidos de salario" y condiciones laborales del país "anfitrión", donde desempeña sus tareas.
Pero las empresas explotan las lagunas que tiene la legislación.
Emilian, a pesar de transportar productos suecos, es empleado de una subsidiaria eslovaca de la empresa noruega de transporte Bring, por lo que su domicilio o sede de trabajo no es Suecia, sino Eslovaquia.
Pero él nunca ha trabajado en Eslovaquia.
Emilian nos mostró donde duerme: con una bolsa de dormir en la parte trasera de su camión.
Y de nuevo, de acuerdo a las leyes de la Unión Europea, un conductor debe tener por lo menos 45 horas de descanso durante la semana fuera de sus camiones. Pero los gobiernos han sido lentos en velar por la aplicación de esta normativa.
Con el estipendio diario promedio que recibe (US$47), no le alcanza para pagar un hotel y sus necesidades personales incluyendo alimentación.
Por la carretera
Durante la semana de trabajo, Emilian cocina y come en la carretera y dice que las condiciones en las que trabaja lo hacen sentir "como un prisionero. Como un pájaro en una jaula".
"Esto no está bien para los conductores. No es seguro para las personas en la carretera, porque seguramente esto podría causar un accidente".
Al preguntarle si tenía algún mensaje para hacerle llegar a IKEA, nos dijo: "Que vengan y vivan conmigo durante una semana. Que coman lo que tengo que comer. Que vean lo que realmente pasa con nosotros".
Después de unos meses en la carretera, él tomará un bus de regreso a Eslovaquia.
Su empleador en este país, Bring, dijo que Emilian es responsable de tomar sus horas de descanso y puede regresar a casa cuando él quiera.
Ni baño ni agua potable
Pero el caso de Emilian no es el único.
Pudimos revisar las condiciones laborales de otros conductores que trabajan para grandes contratistas de IKEA. Cada pago es menor que el promedio del salario en Europa del Este, a pesar de que trabajan durante meses en países de Europa Occidental.
Queda claro que este trato a los conductores está expandido por toda la región. Y no sólo es IKEA, sino otras empresas dedicadas a la producción de distintos bienes y que son bien conocidas por el consumidor.
En Dortmund, Alemania -en las afueras del principal centro de distribución de IKEA en el mundo-, los conductores tratan de secar su ropa. Uno de ellos está preparando un puré de papas cerca de un tanque de gasolina.
Aquí no hay baño ni agua potable.
Conductores originarios de Moldovia dijeron a la BBC que reciben un salario mensual de US$159.
"Condiciones inhumanas"
Actualmente se están adelantando acciones legales contra algunas de estas empresas. En febrero, en Holanda, una corte señaló que Brinkman -que transportaba las flores de IKEA hacia Reino Unido y Suecia- estaba violando las leyes.
La corte encontró que el salario de los conductores "no era consistente" con las normas holandesas y describió que sus condiciones eran "inhumanas" y contrarias a las leyes de la Unión Europea.
Edwin Atema, un líder del principal sindicato de Holanda, dijo que IKEA conoce sin duda las condiciones en que viven los conductores.
"Los muchachos de Ucrania, Moldavia y Polonia sacan la mercancía desde IKEA, ellos tocan los muebles en sus cajas", explicó Atema a la BBC.
"Ikea es el empleador último de todos esos trabajadores. Ellos tienen mucho poder y tienen el poder de cambiar el modelo de negocio con un simple parpadeo".
Uno de los sindicatos, la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés), ha tocado el tema con IKEA varias veces, pero las conversaciones finalizaron el pasado mes de noviembre.
La empresa sueca le dijo a la BBC que se toma "muy en serio" lo que ha escuchado sobre los conductores.
Añadió que impone "estrictas condiciones" a sus contratistas en temas como pagos, condiciones laborales y cumplimiento de las normas que existen sobre estos temas y comenzarán con una auditoría regular para evaluar los avances.
"Esta vida no es un buena"
Un importante número de empresas internacionales de transporte están rodando por Reino Unido. Pero además de IKEA, también trabajan para decenas de otras marcas.
Un conductor de origen polaco le dijo a la BBC en la localidad de Immingham, sureste del país, que "pasamos mucho tiempo en lugares donde no hay baños, ni duchas, ni siquiera un lugar para comer".
"El trabajo está mejor remunerado aquí de lo que tenía en Polonia, pero esta vida no es buena. Yo solo lo hago por mi familia", agregó.
Y esa modalidad de pagar por debajo de lo legal está poniendo nerviosas a las empresas británicas.
Jack Semple, de la Asociación de Transporte de Carga, dijo: "Estamos viendo que más camiones de este tipo están llegando a nuestro país que tienen unas regulaciones de trabajo mucho menos exigentes que las que tenemos en Reino Unido".
"Son un riesgo en la carretera y el país está perdiendo una fortuna en impuestos. Y tenemos que estar alertas, porque muchas empresas de Reino Unido los van a preferir porque son mucho más económicas", añadió.