¿Tienes alguna idea de cómo es vivir en uno de los lugares más inhóspitos del planeta?
Un contingente de científicos de varios países, personal militar y profesionales de diversas áreas, residen por temporadas en éste: en la Antártica.
Como parte de las 68 misiones que convergen en el continente, sus residentes tienen que adaptarse a las inclemencias del territorio, incluyendo temperaturas que en ocasiones puede alcanzar mas de 80 grados bajo cero.
El fotógrafo británico Mark Chilvers y su compatriota, el periodista de viajes Jonathan Thompson, acaban de visitar la Antártica para conmemorar 100 años de la "Expedición de la Resistencia" o Endurance expedition de Ernest Shackleton, el explorador anglo irlandés que lideró varias expediciones a principios del siglo XX.
Chilvers y Thompson entrevistaron a varias personas que están trabajando allí en la actualidad y les preguntaron cómo es vivir en circunstancias tan excepcionales.
Maxime Ecrepont, oficial de navegación
"Mi trabajo es guiar a los barcos que hacen expediciones desde Sudamérica hasta la Antártica".
"Es un desafío, porque estás navegando entre icebergs y, en cuestión de cinco minutos, puedes pasar de un mar en calma a sortear vientos de entre 160 y 260 kilómetros por hora".
"La vista y la vida silvestre son espectaculares, particularmente bajo el sol de medianoche".
"Con frecuencia se ve a ballenas que juegan con los barcos, nadando alrededor de ellos. Me siento privilegiado de trabajar aquí".
Amy Kincaid, voluntaria de la organización Fundación Británica para el Patrimonio de la Antártica
"Estoy basada en el puerto de Lockroy (base de investigación británica), pero trabajamos para una serie de sitios que históricamente han estado en manos británicas".
"Lo que más me sorprendió del lugar, cuando me trasladé aquí, es lo enorme que es".
"Es increíble. Es como estar en un documental de David Attenborough (naturalista británico)".
"El paisaje está adornado con una belleza que parece casi extraterreste. Siempre es espeluznante".
Tom Hart, experto en pingüinos
"De cierta manera, este es un lugar de trabajo como cualquier otro. Es sólo que el telón de fondo es mucho más espectacular".
"La investigación que estoy haciendo para la organización de beneficencia Penguin Lifelines (Linea de asistencia a los pingüinos) con frecuencia involucra acampar en el hielo, pero no es gran problema".
"No somos exploradores como lo era Ernest Shackleton".
"Estamos en territorio generalmente conocido y tenemos buenos equipos".
"Y además, podemos tener una buena lectura del clima, lo cual es de gran ventaja".
"Es cuestión de no estresarse por las pequeñas cosas. En una visita reciente a Sudmérica noté a dos personas discutiendo por un estacionamiento y me pareció casi incomprensible".
Adrienne Darhover, médica
"Por seis años traté de unirme a una expedición a la Antártica para trabajar como médico, y finalmente lo logré".
"La gente equivocadamente considera que éste es un destino imposible. Aunque quizás debemos fomentar un poco esa visión".
"Es prohibitivo e imponente, pero también necesita protegerse".
"Tiene una especie de majestuosidad prístina gracias en buena medida a su aislamiento. Una cosa depende de la otra".
Wolfgang Bluemel, bibliotecólogo
"Estoy a cargo de la más grande biblioteca flotante, que está en el barco Diamante Oceánico (Ocean Diamond, por sus siglas en inglés)".
"Me sienta bien, considerando que soñaba con venir aquí desde que leía sobre la Antártica en la escuela".
"Lamentablemente no hay ninguna expectativa de poder vivir permanentemente aquí".
"Aquí sólo florece un tipo de flor, y nunca la he visto".
"Es un paisaje extremadamente hostil y extremadamente bello".
"La rigurosidad del clima y del terreno es una belleza en sí misma".
Shelly Ogilvy, artista e instructora de Kayak
"El clima aquí me maravilla".
"A veces es duro, pero siempre hermoso. Y los amaneceres pueden ser del otro mundo".
"También me encantan las ballenas".
"Son increíblemente amigables y curiosas. Vienen y levantan nuestras kayaks ligeramente o tocan nuestras paletas o simplemente nadan a nuestro alrededor, jugando".
"La Antártica es como un gran insecto blanco y una vez que te pica no tienes otra opción que volver".
"No creo que haya nada que me impida venir. Si hubiera un hombre, tendría que ser muy especial".
David Wood, quien lidera expediciones a la Antártica
"Soy líder de expedición para la empresa Quark Expeditions y mi trabajo involucra llevar grupos de hasta 200 personas a la Antártica".
"He estado allí unas 130 veces y todavía me fascina todo, el mar, el paisaje, la vida silvestre y en particular los icebergs. Algunos de ellos son exorbitantes por su forma, su color y por su textura".
"La gente no necesariamente espera eso, pero una visita a la Antártica con frecuencia se convierte en un momento clave en la vida de las personas".
"Quizás es porque la gente se ve forzada a desconectarse de los teléfonos móviles y de internet por un tiempo prolongado. Pero una y otra vez escuchamos de gente que ha tomado aquí decisiones para cambios importantes en su vida".