Renovables

China es por lejos el mayor inversor del mundo en energías renovables.

Por primera vez en 40 años el aumento de CO2 en la atmósfera se detuvo sin que se haya producido una crisis económica global.

Según un informe preliminar de la Agencia Internacional de Energía, las emisiones de CO2 en 2014 fueron iguales a las de 2013.

Es decir, se mantuvieron en 32.300 millones de toneladas.

La noticia es promisoria. Pero, dice la agencia, esto no significa que el mundo pueda quedarse tranquilo y menos usar esto como pretexto para no avanzar en el objetivo de recortar las emisiones.

Hasta la fecha, sólo se han registrado tres ocasiones en los que las emisiones globales generadas por el sector energético se estancaron o cayeron respecto al año anterior y, en todos los casos, las cifras estuvieron directamente vinculadas a la debilidad de la economía global: a principios de los 80, en 1992 y en 2009.

Sin embargo, dice la AIE, la economía global se expandió un 3% en 2014.

Entonces, si ninguna de las cumbres más recientes sobre clima logró un acuerdo internacional cabal para frenar el calentamiento, ¿cómo se llegó a este resultado calificado como "alentador" por la agencia?

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La importancia de China

Contaminación

Según la AIE, las emisiones con efecto invernadero están empezando a disociarse del crecimiento económico.

Analistas atribuyen la desaceleración en el ritmo de crecimiento de las emisiones al cambio de los patrones de consumo energético en China y en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

"Un factor importante puede ser que el consumo de carbón en China cayó en 2014, impulsado por los esfuerzos por combatir la contaminación, el uso más eficiente de la energía y el empleo de energías renovables", señaló Corinne Le Quere, del Centro de Investigación para el Cambio Climático Tyndyall de la Universidad de East Anglia, en Reino Unido.

El uso de energías como la hidráulica, eólica y solar está aumentando en China, mientras que el empleo de carbón está en descenso.

"Los esfuerzos para reducir las emisiones en otras partes pueden haber jugado un rol, pero también otros factores más aleatorios como el clima y el precio relativo del petróleo, el carbón y el gas", añade Le Quere.

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Más calor en Europa, menos CO2

Otros dos factores que parecen haber contribuido al estancamiento del CO2 son el aumento de la temperatura global en 2014 y los bajos precios del crudo.

Contaminación en China

Las medidas adoptadas en China para combatir la contaminación parecen estar surtiendo efecto.

El aumento de las temperaturas, particularmente en Europa, contribuye a reducir las emisiones porque se necesita menos energía para calefaccionar los edificios.

El precio bajo del petróleo también ayuda a reducir el CO2, ya que las compañías optan por este combustible en vez del carbón que genera más emisiones por unidad de energía que el petróleo.

Detalles completos del informe de la AIE serán publicados en junio, antes de las negociaciones de la ONU previas a las conversaciones sobre cambio climático de diciembre en París, en las que se intentará firmar un acuerdo.

El objetivo de la cumbre en Francia es alcanzar un acuerdo (que entraría en vigor en 2020) que limite el aumento de la temperatura global a no más de 2ºC en comparación con los niveles preindustriales, para evitar un cambio climático que pueda poner al planeta en peligro.

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