
Tras 37 años en el poder, la carta de renuncia de Mugabe a la presidencia de Zimbabue tardó una semana en llegar: lo que duró como jefe de Estado tras la intervención del Ejército.
"Yo, Robert Mugabe, de acuerdo con la sección 96 de la Constitución de Zimbabue, mediante la presente, presento formalmente mi renuncia… con efecto inmediato", fueron sus palabras.
El presidente del Parlamento, Jacob Mudenda, leyó la renuncia de Mugabe al inicio de la sesión en la que estaba previsto que se le iniciara el juicio político para destituirlo.
Mugabe llevaba una semana aferrándose a la presidencia después de que, negando que fuera un golpe de Estado, el ejército lo pusiera bajo arresto domiciliario.
El ejército había intervenido en el marco de la lucha de poder entre sus partidarios en la carrera por su sucesión
La pregunta que muchos se plantean es cómo Robert Mugabe, el presidente más viejo del mundo, logró mantenerse en el poder durante casi cuatro décadas.
¿Y cómo Zimbabue en estos últimos 37 años pasó de ser uno de los países más prósperos de África a uno de los más pobres del continente?

Para entender el ascenso de Mugabe hay que remontarse a la guerra civil que se produjo en los 70 en la entonces Rodesia, que había sido colonia británica.
Tras su declaración unilateral de independencia y la formación de un gobierno dirigido por la minoría blanca, liderado por Ian Smith, comenzaron los conflictos en el país.
A fines de los años 60, Rodesia era hogar de unos 200.000 blancos y unos cuatro millones de negros.
Y Smith tenía la creencia de que un régimen de mayoría negra "nunca ocurriría" en el país.
Estaba equivocado. Varias guerrillas se enfrentaron al gobierno, una de las cuales estaba dirigida por Robert Mugabe.

En 1980, tras la victoria rebelde y expulsión de los blancos del país, la mayoría negra tomó control del país, que fue nombrado Zimbabue.
Y Mugabe, a quien Smith había bautizado "un terrorista marxista" y que había sido encarcelado durante una década, se convirtió en presidente.
"El nuevo mandatario fue visto entonces como un héroe revolucionario que había combatido a la minoría blanca para liberar a su pueblo", recuerda Joseph Winter, corresponsal de la BBC en Zimbabue.
"Es por esto que muchos líderes africanos continúan renuentes a criticarlo".
"Fuente de alimento"
Ya en el poder, Mugabe, con sus fuerzas socialistas en su partido Zanu-PF, prometió combatir los "dos males del capitalismo y el colonialismo".
Y en las casi cuatro décadas que siguieron ejerció una autoridad sin rivales distribuyendo tanto tierras y poder a sus seguidores, como temor a sus opositores.
Zimbabue era considerado en los 1970 "una fuente de alimento" para la región.

Pero desde el 2000 el país ha sufrido crisis catastróficas en las que difícilmente ha podido alimentar a sus población.
Esto se ha debido tanto a severas sequías como a los efectos de un programa de reforma agraria que incluyó la confiscación de las granjas propiedad de los blancos y su redistribución a los zimbabuenses negros que no tenían tierras, lo cual condujo a drásticas caídas en la producción alimentaria.
"Todos sus críticos han sido descartados como 'traidores y vendidos'", dice Joseph Winter de la BBC.
"Siempre ha responsabilizado los problemas económicos de Zimbabue a un 'complot' de los países occidentales, dirigidos por Reino Unido, para destituirlo del poder debido a su confiscación de granjas de blancos", agrega Winter.
"Sus críticos afirman que Mugabe no tiene ningún entendimiento de cómo funciona una economía moderna", afirma.
"Él siempre se concentró en el asunto de cómo compartir el 'pastel nacional', en lugar de cómo hacerlo que creciera más".

Hoy, la empobrecida economía de Zimbabue enfrenta varios desafíos: la pobreza y el desempleo son endémicos y los conflictos políticos y la represión son comunes.
Hay informes de que miles de civiles han muerto desde los 80 en operativos para aplastar la disidencia.
Y Mugabe había logrado hábilmente deshacerse de sus rivales tanto dentro de su partido como en la oposición.
Pero ninguno de estos problemas, ni sus 93 años de edad y su debilitado estado físico, habían conseguido marcar el fin de Robert Mugabe.
Lo que resultó "la gota que derramó el vaso" fue su apoyo en la batalla por su sucesión a su segunda esposa, Grace, quien es 40 años más joven que él.
"Impopular"
Tal como le dijo a la BBC Peter Godwin, periodista zimbabuense y autor de "The Last days of Robert Mugabe" (Los últimos días de Robert Mugabe), esta vez Mugabe fue demasiado lejos y perdió el apoyo de los militares, que hasta ahora lo han mantenido en el poder.
"Quizás este es el esfuerzo del Ejército para rechazar las intenciones de la esposa de Mugabe que se está posicionando para ser su sucesora, y esto no es aceptable ni para el Ejército ni para la generación de más edad del partido dirigente", dice.

Grace Mugabe, explica Godwin, es una figura "sumamente impopular". "La llaman Gucci Grace, la gran compradora, y cosas por el estilo".
"Es una mujer de temperamento incierto y mucha gente piensa que ella está tratando de convertir esta situación en un asunto familiar".
El problema, señala el periodista, es que no parece haber alguna alternativa capaz de rescatar a Zimbabue y guiarlo hacia la democracia.
*Esta historia fue publicada inicialmente el 15 de noviembre y actualizada tras la renuncia de Robert Mugabe.