Cómo la relación de pareja de tus padres puede condicionar cómo te comportas en el trabajo

Una infinidad de factores afectan la forma en que te relacionas con tus colegas. Están los tipos de personalidades que confluyen en la oficina, el tipo de jefe que tienen y la cultura de la empresa en general. Sin embargo, si te encuentras una y otra vez repitiendo los mismos patrones, ya sea que te cuesta aceptar comentarios negativos, que evitas pedir ayuda o que temes fracasar, podría ser que la fuente de tus problemas es una poco conocida.El tipo de relación de tus padres, especialmente si lograban resolver los problemas de manera amigable y constructiva o si lo hacían recurriendo al conflicto, puede haber moldeado tu forma de relacionarte con los demás. Aquello que en la jerga psicológica se llama "estilo de apego" puede ser un factor arrojando una nube sobre tu capacidad para formar relaciones saludables en el trabajo.
El apego
Hay muchos factores que contribuyen al estilo de apego que desarrollamos. Ejemplos de ello son las respuestas de nuestros padres así como nuestra propia personalidad, que en sí misma refleja una combinación de factores ambientales y genéticos. Sin embargo, también es relevante la relación de nuestros padres entre sí. Durante la infancia, los padres proporcionan un modelo de cómo deben resolverse los desacuerdos en relaciones cercanas (si es que se logran resolver) e investigaciones recientes sugieren que esto tiene consecuencias para el estilo de apego durante la niñez y más allá. Una de las limitantes de estos estudios es que los participantes suelen compartir genes, por lo que las similitudes en el comportamiento pueden estar influenciadas también por el ADN.Estilo personal
Hay varias formas en que tu estilo de apego podría estar afectando tu comportamiento laboral.Por ejemplo, si tienes un apego ansioso, podrías tener más miedo a ser rechazado ante un caso de desempeño pobre. Si tienes un estilo de apego evitativo, es más probable que desconfíes de tus jefes y colegas. Estos procesos psicológicos profundamente arraigados también afectan a los jefes. Por ejemplo, aquellos con un estilo de apego seguro están más inclinados a delegar.Tales hallazgos se confirman en historias personales.Sabrina Ellis, de 32 años, enfermera de salud mental y psicóloga organizacional, recuerda la violencia verbal y física entre sus padres y, más tarde, entre su madre y su padrastro."En mi hogar no tenía adultos en quienes pudiera confiar e incluso de muy joven ya sentía que tenía que protegerme a mí misma", cuenta. Ellis cree que esto le generó problemas al principio de su carrera, especialmente al momento de reconstruir la confianza con colegas masculinos que la decepcionaron.Kiran Kaur, una consultora de gestión empresarial de 34 años, cree que la relación de sus padres le influyó tanto positiva como negativamente.Entre ellos evitaban los conflictos y presentaban un frente unido, algo que Kaur ha emulado en su equipo de trabajo. Pero, al mismo tiempo, excluían a otros con perspectivas alternativas. "Esto impactó mi enfoque al momento de trabajar en equipo, porque tampoco invitaba a la discusión abierta", explica.
Cómo cambiar
Todo esto no quiere decir que tu estilo de apego sea inamovible.Investigaciones recientes han demostrado que el estilo de apego evoluciona en cierta medida a lo largo de la vida en respuesta a las circunstancias. Si tienes la suerte de tener una pareja confiable y amorosa, es probable que esto aumente la confianza contigo y con los demás, lo que deriva en un estilo de apego seguro. Este es un proceso que se ha llamado la "paradoja de la dependencia": tener a alguien de quien depender aumenta nuestra autonomía.Ahora puedes recibir notificaciones de BBC News Mundo. Descarga nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.https://www.youtube.com/watch?v=OVd1oYV3Qbc&t=https://www.youtube.com/watch?v=4GB0hAUrKks
Noticias relacionadas