Cómo la muerte de un agricultor de espárragos en Holanda impulsó la creación de una innovadora tecnología robótica
Alta tecnología
Ad llevaba décadas diseñando máquinas complejas de la industria de semiconductores. Tenían algunas ideas para probar, pero nada funcionaba. Catorce años más tarde -y ante el aumento de los problemas laborales- Marc le insistió a Ad para que creara una máquina que pudiera "ver" en las profundidades de la tierray arrancar los espárragos como lo hacen los humanos. Esta vez, Ad pensó en una nueva manera de usar la tecnología."La recolección selectiva es muy compleja, así que se necesitan sensores de alta tecnología, electrónica y robótica", explica."Pero estas complejas máquinas se vuelven cada vez más factibles de desarrollar porque la tecnología está mejorando".Ad y su mujer, Therese van Vinken, una experta en obtener fuentes de financiación, fundaron la start-up de robótica Cerescon.El día de la tragedia
Pero un día después de celebrar la incorporación legal de la empresa el 11 de diciembre de 2014, ocurrió una tragedia.Marc, de 51 años y padre de tres hijos, contrajo repentinamente meningitis. Estuvo varios días en coma inducido."Una de las primeras cosas que su mujer, Anita, nos dijo cuando Marc salió del coma fue que él hablaba constantemente sobre la máquina", dice Van Vinken.Pero Marc nunca vivió para ver al robot trabajando en su campo. Sufrió una hemorragia cerebral tras dejar la unidad de cuidados intensivos y murió 10 minutos más tarde.Una revolución
Hoy día ya han vendido su primera máquina comercial a un granjero en Francia. La versión de tres hileras es capaz de reemplazar a entre 70 y 80 recolectores."Es la primera cosechadora selectiva que existe en el mercado", dice Ad Vermeer."Estoy segura de que será la primera de un nuevo tipo de máquinas y habrá muchas más máquinas de de recolección selectiva en el futuro".Tecnología para plantar flores
Dentro de la fábrica de Florensis, uno de los proveedores de flores más grandes de los Países Bajos, se escucha con fuerza el sonido de robots trabajando duro.Colocar los esquejes en macetas diminutas es algo que debe hacerse con mucho cuidado y suele ser un trabajo que hacen los humanos.Hay una fila de mesas manejadas por humanos, pero también seis máquinas autónomas en el otro lado del almacén.Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.
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