Soldados israelíes frente a tanques Merkava en los ocupados Altos de GolánDerechos de autor de la imagen
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El frente norte de Israel ha vuelto a considerarse una zona de conflicto después de años de calma relativa.

Mirando desde territorio ocupado por Israel se ve un terreno rugoso, cubierto de rocas, que se inclina agudamente hacia una carretera de patrullaje y la cerca fronteriza.

La actual frontera con Siria -señala el joven teniente- queda como a un tercio del camino hasta la siguiente escarpadura. Y apenas un par de kilómetros más lejos hay otra cresta, eso es Jordania.

Este es el frente de Israel con Siria. El ejército sirio fue desplazado de los Altos del Golán cuando las fuerzas israelíes los capturaron en la guerra de Medio Oriente, en 1967.

La ley de Israel se impuso allí en 1981, afectivamente anexando esta estratégica y crucial altura. Actualmente es una zona altamente fortificada.

Acercamos nuestro vehículo al lado de un grupo de tanques Merkava, sensores y armamentos clave cubiertos con lonas impermeables contra la humedad invernal.

En un tiempo, las cosas eran relativamente simples aquí. Israel encaraba el ejército sirio a través de las demarcaciones de cese el fuego, monitoreadas por observadores de la ONU.

Pero casi no había necesidad de que estuvieran allí. Esta solía ser la frontera más pacífica de Israel desde 1973. Pero la guerra civil en Siria y el colapso del control del gobierno sirio en muchas áreas ha cambiado las cosas.

"Más cerca que nunca"

La geografía en este lugar no es lo único complicado. La guerra en Siria también ha alterado el mapa estratégico.

Al otro lado, la zona sur del Golán está en manos de una fuerza local -la Brigada de los Mártires de Yarmouk- que deben su alianza al autodenominado Estado Islámico. Las tropas israelíes observan a sus combatientes haciendo ejercicios y monitoreando sus posiciones pero casi nunca hay problemas.

Lo que alarma a Israel es lo que ocurre más al norte, con la victoria del gobierno Sirio respaldados por Irán y el aliado de Teherán, el grupo militante chiita libanés, Hezbolá.

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Los visibles enfrentamientos en Siria son prueba de su cercanía a la frontera israelí.

El profesor Asher Susser, catedrático del Centro de Estudios de Medio Oriente en la Universidad de Tel Aviv, lo resumió en una frase.

"Los cambios en Siria", me dijo, "han traído a Irán más cerca de la frontera israelí que nunca antes"

Por lo menos en teoría, me dice, crea "la posibilidad de una cooperación entre Irán y Hezbolá no sólo a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano pero también en la frontera entre Israel y Siria".

En su opinión hay "un peligroso potencial de tener una larga frontera desde el Mediterráneo a través de Líbano y Siria, con Hezbolá e Irán muy cerca de Israel".

"Israel", subrayó, "nunca antes ha enfrentado este tipo de situación en su frontera norte".

"Corredor iraní"

Pero, ¿cuál es exactamente la meta de Teherán en Siria? Para conseguir una respuesta abordé a Ehud Yaari, veterano comentarista sobre Medio Oriente para el Canal 2 de TV Noticias en Israel.

"El objetivo estratégico de los iraníes hoy en día", me dijo, "es establecer un corredor terrestre entre Irán y Hezbolá en Líbano, que alcance el Mediterráneo y la frontera israelí".

Este corredor terrestre, explicó, iría "desde Irán vía las regiones chiitas de Irak, a través del desierto occidental iraquí, conectando con Assad y Hezbolá.

"Esto", destacó, "es una importante amenaza estratégica para Israel, hoy en día".

Irán, por supuesto, no es el único país extranjero involucrado en los combates en Siria.

La fuerza aérea rusa, con los combatientes de Hezbolá y otras milicias chiitas en el campo, jugaron un papel decisivo en afianzar el régimen de Assad.

Rusia ha anunciado dos veces que estaría disminuyendo sus despliegues militares pero, actualmente, muestra todas las señales de quedarse del todo en Siria.

Complicación rusa

La presencia de aviones de combate rusos y especialmente de radares de largo alcance y misiles de defensa aérea complican de gran manera el ambiente amenazante que enfrenta la fuerza aérea israelí.

Israel ha atacado cargamentos de armas que han salido de Siria a Hezbolá en varias ocasiones, habiendo establecido una "línea roja" que rechaza la transferencia de sistemas sofisticados de misiles a esa milicia chiita.

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Rusia ha dicho dos veces que reducirá su presencia en Siria pero no lo ha hecho.

Ehud Yari me dijo que la presencia de los rusos no ha afectado de manera significativa la libertad de acción de la fuerza aérea israelí sobre el sur de Siria.

"Existe un entendimiento", explicó, "un tipo de línea directa entre Israel y Rusia donde un oficial rusohablante de la fuerza aérea israelí y un oficial de Rusia están coordinando y asegurándose de que no vaya a haber percances".

Este acuerdo, insistió, está funcionando y se debe fundamentalmente a que los intereses estratégicos de Rusia son muy diferentes a los de Irán.

Yaari expresó que los rusos no están muy interesados en defender los cargamentos de armas a Hezbolá ni la situación de seguridad al sur de Damasco, cerca a la frontera con Israel.

Creciente amenaza

¿Qué tan grande es esta amenaza para Israel? Una serie de comunicados militares sugiere que Hezbolá y su creciente armamento es considerado tal vez el principal desafío a la seguridad israelí

Hezbolá, por su entrenamiento y equipos, se considera ahora como un ejército hecho y derecho en lugar de una milicia semiprofesional.

"Ha sufrido muchas pérdidas en los combates en Siria pero también ha ganado una invaluable experiencia de combate", me comentó un brigadier.

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Israel ve una creciente amenaza de Irán y su milicia aliada.

Ha establecido una bien atrincherada infraestructura en el sur de Líbano con un inmenso arsenal de misiles de variados alcances.

El temor entre los expertos militares israelíes es que, bajo el tutelaje de Irán, Hezbolá podría intentar establecer una plataforma similar de operación en Siria también.

Y hay un precedente con respecto a eso, indicó Ehud Yaari.

"La mayor preocupación ahora es que el régimen sirio tenga la habilidad de negociar acuerdos con diferentes facciones de rebeldes en las región sur de Siria para que se retiren de las zonas fronterizas", dijo.

"Esto", agregó, "es exactamente lo que ocurrió en otras áreas de Siria, especialmente en las zonas rurales alrededor de Damasco".

Una medida así podría abrir el camino para un arraigamiento de Hezbolá, la Guardia Revolucionaria de Irán u otras milicias chiitas patrocinadas por Irán en el sur.

La clave es Putin

Actualmente, eso es más una potencial de una amenaza inmediata.

El profesor Asher Susser me manifestó que, a largo plazo, mucho depende de cómo maneja Rusia el juego de alianzas regionales.

"Si los rusos y los turcos están a un lado de la ecuación y los iranís al otro", expresó, "eso podría limitar lo que los iraníes puedan lograr".

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Al Assad encontró en Putin un aliado crucial para su permanencia en el poder.

Por eso se que cree que los contactos de Israel con Moscú son tan importantes.

"Esa es una relación que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha fortalecido en los últimos uno o dos años", expresó.

"Putin y los rusos entienden las necesidades estratégicas de Israel que, si las toman en consideración, podrían poner un freno a este proyecto sirio-iraní", añadió.

Nadie sabe cómo o cuándo terminarán los combates en Siria. Varios expertos israelíes que consulté esperan algún tipo de acuerdo regional que podría contener la libertad de movimiento de las milicias apoyadas por Irán en Siria.

Pero, así haya acuerdo o no, los nuevos actores en las fronteras de Israel presentan nuevos y más complicados desafíos.