Las conversaciones de paz entre el gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC reiniciaron este lunes en Cuba con los rebeldes rechazando los planes gubernamentales de someter cualquier eventual acuerdo de paz a un referendo.

"Quede claro de una vez por todas que no habrá sometimiento de las FARC-EP a ningún marco jurídico con diseños unilaterales", dijo también el jefe negociador de las FARC Iván Márquez en referencia al Marco Legal para la Paz, la iniciativa gubernamental que sienta las bases del modelo de justicia transicional al que se deberían someter los guerrilleros.

"El regalo de las curules no lo queremos, si es con el precio de que, mientras algunos de los nuestros van al Congreso, a otros se les destine a ocupar sitios tras las rejas o condenados a la extradición", explicó.

Las conversaciones, que empezaron en noviembre pasado, se habían interrumpido el viernes luego de que la guerrilla anunciara "una pausa" para considerar una propuesta presentada el día anterior por el presidente Juan Manuel Santos en la que se planteaba someter a referendo el eventual acuerdo resultante de los diálogos.

Y ahora queda por verse si las partes lograrán dirimir sus desacuerdos en la mesa.

Aniversario

Este lunes también se cumple un año de la firma del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto Armado que sentó las bases para el proceso de paz de La Habana, el primero en más de una década.

"Quede claro de una vez por todas que no habrá sometimiento de las FARC-EP a ningún marco jurídico con diseños unilaterales"

Iván Márquez, FARC

Pero, a pesar del tiempo, las partes parecen seguir teniendo interpretaciones bastante diferentes sobre las reglas del juego.

Según el gobierno, el único propósito de las conversaciones es conseguir la desmovilización de las FARC y crear las condiciones para que los rebeldes de izquierda puedan perseguir sus objetivos políticos a través de medios democráticos.

Y el presidente Juan Manuel Santos ha sido enfático a la hora de asegurar que las pláticas no tienen como objetivo reformar el Estado colombiano ni permitirle a la guerrilla hacer la revolución "por decreto".

Las FARC, sin embargo, quieren que cualquier acuerdo de paz incluya una convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.

"Es el mejor camino porque en dicho escenario sí se logra todo lo que puede garantizarle larga duración a la paz nacional, como la reforma política, económica, la reforma al aparato electoral, etc.", insistió Iván Márquez en su intervención de este lunes.

"¿Por qué aplazar lo fundamental? ¿Un proceso de paz no es acaso el momento para modificar instituciones?", se preguntó el comandante guerrillero.

Santos, sin embargo, ya ha descartado en el pasado de manera tajante la posibilidad.

"Desde el principio hemos sido muy claros en que la Asamblea Constituyente no va a ser el resultado final a estos acuerdo. Que se borren de la mente esa posibilidad", dijo el mandatario en enero de este año.