La Policía de Colombia informó este miércoles que murió uno de los agentes alcanzados por una explosión el domingo pasado.
Se trata del patrullero Albeiro Garibello Alvarado, de 23 años, con cuatro o de servicio como policía, sobre quien el martes se había informado que tenía muerte cerebral.
Según informó la Policía, el patrullero murió a las 03:50 (hora de Colombia), tras sufrir "politraumatismos, choque y muerte encefálica, causados por el impacto del explosivo".
Además de Garibello Alvarado, hasta el martes seguían internados en el Hospital Central de la Policía siete efectivos (dos en la Unidad de Cuidados Intensivos).
Son parte de varios afectados por el estallido de un artefacto explosivo cerca de las 10.30 de la mañana del domingo en las inmediaciones de la plaza de toros de Bogotá, en el céntrico barrio de La Macarena.
Hasta el momento se desconoce quién puede estar detrás del atentado, que ocurrió cuando los agentes montaban el dispositivo de seguridad para la última corrida de toros de la temporada.
Si bien en un primer momento las autoridades señalaron que había al menos 40 heridos, el alcalde Enrique Peñalosa corrigió la cifra a 30, 26 policías y 4 civiles.
Aunque el Ministerio de Defensa informó en un comunicado que el total de heridos es 26: 24 policías y 2 civiles.
El alcalde también señaló que 32 apartamentos, dos casas y un automóvil resultaron afectados por la onda expansiva.
En la misma conferencia de prensa en la que el domingo Peñalosa dio esta información, el coronel William Sánchez, subcomandante de la policía de Bogotá, dijo que el artefacto explosivo pesaba dos kilogramos y contenía metralla.
El alcalde señaló: "Según nuestra hipótesis, este evento no está vinculado con personas que están en contra de las corridas de toros".
Insistió en llamarlo un "acto terrorista".
BBC Mundo habló con personas que viven en la zona y dijeron haber escuchado un fuerte estallido. Había vidrios rotos en las viviendas y comercios golpeados por la onda expansiva.
En su cuenta de Twitter, el alcalde escribió: "Los terroristas no nos van a intimidar. Y vamos a hacer todo lo que sea necesario para capturarlos".
La de este año fue la primera temporada taurina en cinco años, luego de la prohibición que rigiera en la ciudad mantuviera cerrada la plaza. El regreso de los toros trajo reiteradas protestas de antitaurinos y encontronazos con lo defensores de esta actividad.
Para Jorge Restrepo, director del Centro de Estudios para el Análisis de Conflictos (CERAC), se trató de un ataque que tenía como objetivo a la policía, aprovechando que numerosos efectivos se habían concentrado en un mismo lugar.
Lo vincula, según le dijo a BBC Mundo, a una serie de atentados contra fuerzas de seguridad en los últimos meses y años.
Como ejemplo, cita uno reciente: "El atentado hace un mes largo contra puesto de policía que resguardaba la infraestructura de transformación de energía en el norte".
El alcalde Peñalosa dijo que tanto el hecho de este domingo como los de los meses pasados están siendo investigados y esperan dar resultados en los próximos días o semanas.