Un juez en España imputó cargos a diez sacerdotes católicos por abuso sexual de menores, en un caso que motivó una llamada telefónica del papa Francisco a una de las supuestas víctimas para ofrecer sus disculpas.

Los diez curas y dos trabajadores laicos están acusados de abusar de cuatro niños adolescentes en la casa del sacerdote Román Martínez, en Granada, en el sur de España.

El papa Francisco ordenó una investigación de la iglesia después de que una de las víctimas, que ahora tiene 24 años, le escribiera una carta relatando cómo fue abusado cuando era menor.

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