Un brote de sarampión que se inició a mediados de diciembre en el parque de atracciones de Disneylandia de Anaheim, en California (oeste de EE.UU.), afecta ya a 70 personas.
Según las autoridades sanitarias, la mayoría de los enfermos -que tienen edades que van de los 7 meses a los 70 años- se encuentran en California, aunque también se han detectado casos en los estados de Washington, Colorado y Oregón.
Se trata del brote más importante de sarampión ocurrido en California en los últimos 15 años, cuando la enfermedad -que se caracteriza por la aparición de unas manchas rojas en la piel, fiebre y un debilitamiento general- se consideró erradicada en EE.UU.
Según destaca desde Los Ángeles el periodista de BBC Mundo Jaime González, el actual brote de sarampión ha desatado un intenso debate sobre el creciente número de padres estadounidenses que deciden no vacunar a sus hijos, particularmente en los hogares con un mayor poder adquisitivo.
Los progenitores basan su decisión en la creencia carente de base científica de que las vacunas provocan autismo y otros trastornos infantiles.
La prensa local indica que una gran proporción de los casos de sarampión detectados en California en las últimas semanas han sido diagnosticados en niños que no estaban vacunados.
Eso ha hecho que el distrito escolar del Condado de Orange, donde se encuentra el parque de Disneylandia, haya ordenado a alumnos que no acrediten estar vacunados que no acudan a clase los próximos días y se queden en sus casas para evitar que aumenten los contagios.
Las autoridades creen que el actual brote de sarampión comenzó con un visitante enfermo que fue a Disneylandia entre el 17 y el 20 de diciembre.
Según indicaron, en estos momentos ya no hay ningún riesgo de contraer la enfermedad si se visita el parque de atracciones de Disney.