La tasa de deforestación de la selva brasileña ha venido en aumento.
El gobierno de Brasil extendió por 18 meses una moratoria a la compra de soya cultivada en áreas ilegalmente deforestadas de la selva amazónica.
El acuerdo, firmado por productores, comerciantes y el gobierno, busca reducir un pronunciado aumento en la deforestación que tiene lugar con el fin de habilitar terrenos para el cultivo de soya.
Los expertos señalan, no obstante, que ese cultivo es apenas una parte del problema.
Ambientalistas han acusado al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff de ignorar el aumento en la deforestación, promover grandes proyectos de infraestructura y flexibilizar reglas que protegían a los recursos forestales.