El papa emérito Benedicto XVI hizo por primera vez una declaración pública desde su sorpresiva renuncia el pasado mes de febrero.

En una carta de 11 páginas que fue publicada parcialmente por la prensa italiana, el pontífice emérito respondió al planteamiento de Piergiorgio Odifreddi, un matemático y escritor ateo que cuestionaba sus creencias en un libro.

Pese a que el contenido de la carta es principalmente una argumentación teológica, el papa emérito también se defiende a través de ese medio por la forma con la que manejó el escándalo de abusos sexuales en el seno de la iglesia y negó que lo encubriese.

"En lo que concierne a su mención del abuso moral de menores por parte de sacerdotes, sólo puedo, como sabe, reconocerlo con profunda consternación. Pero nunca traté de encubrir estas cosas", indica Benedicto XVI en su escrito.

Además, el papa emérito asegura que los sacerdotes no son más propensos a este tipo de crímenes que el resto de la sociedad.

La convivencia de dos papas

Cuando se retiró en febrero de este año, se dio a entender que el papa emérito se dedicaría a la contemplación y estaría fuera del ojo público.

Sin embargo, a principios de mes celebró una misa con un grupo de antiguos estudiantes que fue parcialmente retransmitida por la radio vaticana.

Según el corresponsal de la BBC en Roma, Alan Johnston, el hecho de que el contenido de esta carta se haya hecho público llama la atención en El Vaticano.

"El retiro de Benedicto no tenía precedentes. Y había preocupación por con la perspectiva de tener un papa y un papa emérito en El Vaticano por primera vez", señala.

Con esta declaración, afirma Johnston, "Benedicto ha mostrado que siente que todavía puede involucrarse de manera abierta con el mundo exterior pese a su retiro".