Un enorme carro bomba explotó frente al consulado de EE.UU. en la ciudad de Herat, en el occidente de Afganistán, en la madrugada del viernes.

Un vocero del ejército afgano le dijo a la BBC que la explosión había averiado los sistemas de defensa exteriores del edificio facilitando el ingreso de hombres armados que posteriormente abrieron fuego.

Aunque el ataque armado se mantuvo durante algún tiempo, las Fuerzas Internacionales de Afganistán (ISAF) lograron controlar la situación.

Algunos talibanes que hablaron con la BBC aseguraron que un atacante suicida detonó los explosivos.

Este es el último de una serie de ataques antes de la retirada de las tropas de combate extranjeras de Afganistán en 2014.

La ISAF escribió un tuit a las 04.00 GMT anunciando que el consulado se encontraba seguro "con todas las fuerzas enemigas muertas".

Agregó que ISAF y las Fuerzas de Seguridad Afganas se encontraban en la escena.

Un sombra del 9/11

David Loyn, corresponsal de la BBC en Kabúl dice que el ataque es una sombra en el aniversario de los atentados del 11 de septiembre en EE.UU., y demuestra la capacidad de los insurgentes de alterar Afganistán 12 años después.

Dos policías afganos y un guardia del consulado murieron en el tiroteo y 17 civiles resultaron heridos, incluyendo mujeres y niños, informó el corresponsal.

"Todo el personal del consulado está seguro", le dijo un vocero de la embajada estadounidense a las agencia de noticias AP.

Peter Bezaorowajnyi, que trabaja en Afganistán, le dijo a la BBC que podía ver el humo de la explosión desde el techo del hotel en el que se está hospedando.

Herat es una ciudad cercana a la frontera con Irán y había permanecido en relativa calma durante los años recientes.

Hace pocos días grupos talibanes habían atacado la base militar estadounidense de Torkham en el este de Afganistán, con saldo de tres insurgentes muertos.