La violencia contra los niños en las zonas de conflicto en el mundo alcanzó niveles "estremecedores" en 2017, advirtió la organización de la ONU para la infancia.
En un nuevo informe, Unicef denuncia que las leyes internacionales diseñadas para proteger a los más vulnerables fueron descaradamente ignoradas.
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- La agonía de los niños desnutridos que no tienen fuerza ni para llorar
El director de Unicef, Manuel Fontaine, indicó que los niños sufrieron ataques en sus casas, escuelas y zonas de juegos.
"Esa clase de brutalidad no puede ser la nueva normalidad", agregó Fontaine.
El reporte señala varias zonas de conflicto y algunos de los números son alarmantes:
- En Yemen, al menos 5.000 niños murieron o resultaron heridos según las cifras oficiales, aunque se espera que el nombre real sea mucho mayor. Más de 11 millones de niños yemeníes necesitan asistencia humanitaria y 1,8 millones sufre malnutrición.
- En Sudán del Sur, más de 19.000 niños fueron reclutados para las fuerzas armadas o grupos armados.
- En Afganistán, casi 700 niños fueron asesinados en los nueve primeros meses del año.
- En el este de Ucrania, 220.000 niños viven bajo la constante amenaza de las minas terrestres y otros dispositivos que quedaron sin explotar durante el conflicto.
- En la región de Kasai, en la República Democrática del Congo, la violencia ha expulsado a 850.000 niños de sus hogares.
- En Nigeria y Camerún, los militantes islamistas de Boko Haram obligaron a al menos 135 niños a actuar como atacantes suicidas, cinco veces más que en el año anterior.
- En Myanmar, los musulmanes rohingya sufrieron una "violencia generalizada".
- En Irak y Siria, los niños viven atrapados en medio de la violencia y los bombardeos y hay reportes de que algunos fueron alcanzados por francotiradores y usados como escudos humanos.
- En la República Centroafricana, niños fueron asesinados, violados, secuestrados y reclutados por grupos armados en un dramático incremento de la violencia.
En algunos lugares, según el reporte de Unicef, los niños que fueron secuestrados por grupos extremistas sufrieron más abusos cuando son liberados por las fuerzas de seguridad.
Millones de niños padecen malnutrición y enfermedades, al quedar sin acceso a los suministros básicos y servicios sanitarios por la guerra.
"Unicef llama a todas las partes en conflicto a cumplir sus obligaciones bajo la ley internacional para finalizar inmediatamente las violaciones contra los niños y los ataques contra infraestructuras civiles, como escuelas y hospitales", agrega el informe.
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