Asunción de Alberto Fernández: el problema que ha causado las últimas crisis económicas en Argentina

Algunos economistas lo llaman "la piedra en el camino". Otros, más pesimistas, le dicen directamente "la maldición".En lo que todos coinciden es que es uno de los problemas más grandes que tiene la economía argentina, y uno de los mayores desafíos que deberá enfrentar el nuevo presidente, Alberto Fernández, quien asume este 10 de diciembre. Se trata de la "restricción externa", un término económico que significa escasez de divisas, y que ha llevado a que en los últimos cien años la segunda economía de Sudamérica entre en crisis de forma casi cíclica, más allá de quién gobierne."Para que se entienda: 'No hay dólares para todos, en todo momento y en la cantidad que se quiera'", resumió en el diario Página 12 el periodista económico Alfredo Zaiat.Básicamente, Argentina no produce los suficientes dólares como para sostener su economía. Los gobiernos han solucionado esto de dos formas: endeudándose o con control de capitales (o ambas cosas, como ocurrió durante el gobierno de Mauricio Macri).De las 16 últimas recesiones económicas que padeció Argentina desde finales de la Segunda Guerra Mundial, 15 surgieron "porque el país se quedó sin dólares", según el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).El ciclo parece funcionar así: un alza económica aumenta la producción industrial; eso sube las importaciones, porque la industria argentina depende de insumos importados (el sector automotriz, uno de los más grandes, importa el 70% de sus partes, por ejemplo).Esto hace que haya más importaciones que exportaciones —o, en términos económicos, que la balanza comercial entre en déficit— y que escaseen los dólares.
A su vez, ese déficit deriva en un salto del tipo de cambio (o una devaluación), lo que automáticamente se traslada a precios (es decir, genera inflación) e, indirectamente, golpea la economía (llevando a una recesión).Ese freno económico hace que se reduzcan las importaciones y, por ende, que se reduzca el déficit. La contracara es que la devaluación torna más competitivas las exportaciones y por eso tienden a aumentar, haciendo que el país vuelva a tener un superávit comercial y eventualmente vuelva a crecer. Con el alza económica, el ciclo se renueva...
No alcanza
Pero ¿cómo se explica que un país famoso por sus exportaciones agropecuarias y de carne tenga tantos problemas para generar dólares?"El problema es que Argentina exporta productos primarios o con poca elaboración y no son suficientes para generar los dólares que se necesitan", le explicó a BBC Mundo Eduardo Levy Yeyati, que fue economista jefe del Banco Central tras el colapso económico de 2001 y hoy es decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella.A pesar de producir cosechas récord decommodities valiosos, como la soja, expertos como Levy Yeyati advierten que "simplemente no alcanza", ya que tienen un "techo" y son menos redituables que las exportaciones de productos con valor agregado.Según sus estimaciones, con los dólares que genera el campo Argentina puede crecer al 1% anual. Pero para crecer más debe endeudarse.Las otras grandes economías de la región, como Brasil o México, resuelven estos desequilibrios financiándose internamente.Pero por, por razones que veremos más adelante, Argentina no cuenta con un mercado financiero interno.El problema de la demanda
Ahora bien, las dificultades para generar divisas no son la única "pata" del problema; la otra se relaciona con la demanda.Argentina no solo produce pocos dólares. Además, usa muchos.Aunque la economía no está dolarizada —como la de Ecuador, El Salvador o Panamá— la moneda estadounidense es el referente absoluto de la economía y la moneda de reserva de muchos argentinos.Los constantes brotes inflacionarios —generados en gran parte por la restricción externa— han llevado a los argentinos a ahorrar en dólares, lo que se añade a la demanda de divisas en el sector industrial.Levy Yeyati explica que la falta de confianza en el peso es el motivo por el cual el país no tiene el acceso a la financiación interna que tienen muchas otras naciones latinoamericanas.Salida de dólares
Los dólares que los argentinos guardan en cajas de seguridad o debajo del colchón son apenas una pequeña fracción de la fuga.La salida de divisas más significativa la producen los inversores especulativos.Estos compran títulos argentinos aprovechando la astronómica tasa de interés que ofrece el Banco Central argentino, la más alta del mundo.Esa tasa (que hoy supera el 60%, contra el 1,50% que ofrece Estados Unidos o el 5% de Brasil) busca incentivar el ahorro en pesos y hacer que los bonos argentinos sean atractivos para inversores que traen sus dólares.El problema es que se trata de inversiones golondrina: llegan, hacen una ganancia y se van.Cada vez que el dólar sube, aumenta el riesgo de impago de la deuda. Y ante eso —como ocurrió tras las elecciones primarias, en agosto, cuando el peso cayó 24% en un solo día y el riesgo de default se disparó— estas inversiones dejan el país en masa.Un informe del centro de estudios Cifra y la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) muestra el impacto perverso que tiene la fuga de capitales en un país que padece una restricción externa.Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.https://www.youtube.com/watch?v=_G0B2CRj58Yhttps://www.youtube.com/watch?v=0imLxAHjGjAhttps://www.youtube.com/watch?v=hku5Xj6pr-M
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