Es viernes por la noche. ¿El plan? Invitar a un grupo de amigos a cenar a la casa.
¿Pero te imaginas cuál sería el menú de esta cena en un mundo transformado por el cambio climático?
Ésta es la premisa de "Flooded", una serie fotográfica creada por un grupo de artistas en Estados Unidos que utiliza información fáctica sobre el calentamiento global para crear un mundo ficticio.
Los platos -como los que vemos en la primera imagen- incluyen ensalada de aguas malas, humus de raíz de flor de león, papas fritas con chipotle de mayonesa vegana y anchoas saltadas. Los ingredientes básicos de estos alimentos han demostrado ser más resistentes a los avatares del clima.
La idea detrás del proyecto -un trabajo colectivo de Allie Wist, Heami Lee, C.C. Buckley y Rebecca Bartoshesky – fue traducir la maraña de información científica a un lenguaje visual, más directo, que pudiera ser entendido por toda la gente.
"Las imágenes son una de las herramientas más poderosas para comunicar la realidad del cambio climático", le dice a BBC Mundo Allie Wist.
"Y la comida es otra, ya que comer es algo que la gente hace todos los días. Es una experiencia en la que participan todos los sentidos y es en general algo muy importante para casi todo el mundo".
La serie se centra en el aumento del nivel del mar, la acidificación de los océanos, la erosión costera y en el impacto directo que esto tiene sobre los alimentos que consumimos a diario.
Wist y su equipo investigaron en profundidad los ingredientes que se verían más afectados por el calentamiento, sobre todo en las regiones costeras, y elaboraron recetas tratando de utilizar los alimentos que resultarán menos afectados y sustituyendo aquellos que comenzarán a escasear.
Dos elementos que abundan en las imágenes son las algas y las ostras.
"Nos concentramos en particular en los bivalvos, porque las ostras, que cumplen una función de gran utilidad al purificar el océano mientras se alimentan, corren peligro por la acidificación de los océanos", explica Wist.
Además de cumplir esta función, "podrían ser una fuente importante de proteínas para nosotros", añade.
Mientras que las algas, que también son una fuente de proteína, se pueden cultivar en el océano y reducir así el uso de tierra y agua potable.
Otra de las funciones que cumplen, según las investigaciones en las que se apoya esta obra, es reducir los niveles de CO2 en la atmósfera.
"Flooded" es la primera parte de un proyecto en curso. El equipo trabaja ahora en una segunda edición, con el foco puesto en la sequía.
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