Mientras que Europa y varios países de Medio Oriente están abrumados por el constante flujo de migrantes que llegan desde Siria, hay un campamento para refugiados en Kenia que lidia con problemas similares desde hace casi un cuarto de siglo.

La guerra civil en la vecina Somalia propició la creación del campamento para refugiados de Dadaab, que está considerado el más grande del mundo.

Muchos de sus residentes jamás han salido de allí.

Y aunque las condiciones de vida allí son difíciles, la situación en Somalia les impide regresar.

¿Pueden Europa y Medio Oriente aprender algo de esta experiencia?