Durante años, Estados Unidos negó que se pudieran calificar de "tortura" los métodos extremos de la CIA en los interrogatorios de prisioneros, como por ejemplo el ahogamiento simulado.

Esta técnica, conocida también como tormento de toca, consiste en inmovilizar al individuo bocarriba sobre una tabla, y verterle agua en la boca y nariz para generar la sensación de ahogamiento.

La CIA incorporó esta práctica del programa del ejército de EE.UU. conocido como SERE -Supervivencia, Evasión, Resistencia y Escape- que les enseña a los soldados cómo resistir métodos de tortura que empleados en los conflictos bélicos en Vietnam, Corea y la Alemania nazi.