Cada año unas 3.000 personas pierden la vista tan solo en Reino Unido por una enfermedad llamada arteritis de células gigantes.
Los síntomas son repentinos y provocan ceguera permanente.
La doctora Selyha Ahsan habló con un grupo de personas afectadas por esta enfermedad y explica qué puede hacerse para evitarla.
"Mi cuñada perdió mucho peso, no tenía ánimo, le dolía el cuero cabelludo, la mandíbula. Y cuando digo que le dolía el cuero cabelludo me refiero a que ni siquiera podía peinarse", afirma Amanda Bartlett.
"A las cuatro horas de llegar a emergencias, se sentó a mi lado, tomó mi mano y me dijo, ’Amanda, no puedo ver nada'. Y esa misma tarde perdió la vista".
Otra mujer comenta que le dolía la mandíbula, el cuello, los oídos y los hombros. Todo culminó con una especie de destello en un ojo y tres minutos después perdió la vista en ese ojo.
Señales de alerta
Al comienzo la gente piensa que se trata de migraña. Una persona lo describió como "un dolor intenso, como si estuviesen estrujando mi cerebro".
Pero en realidad son síntomas de la arteritis de células gigantes (ACG). Ocurre cuando las arterias en la cabeza y cuello se inflaman y células gigantes se acumulan en las paredes de la arteria.
Una de esas arterias lleva sangre al nervio óptico que transmite información de la retina al cerebro. Bloquear ese nervio y dejarlo sin sangre puede provocar ceguera permanente.
El tiempo para lograr un tratamiento eficaz es escaso, en algunos casos unas pocas horas. Lo único que puede funcionar es un tratamiento inmediato de esteroides.
Éstas son algunas señales de alarma que deberías vigilar:
- Dolores de cabeza agudos y repentinos que no se quitan con analgésicos. Tienden a afectar un lado de la cabeza o sien.
- Hipersensibilidad en la cabeza o cuero cabelludo, provocando que cepillarse el pelo sea doloroso.
- Arterias temporales inflamadas y visibles al ojo.
- Dolor en la mandíbula cuando hablas o masticas.
- Problemas de visión incluyendo visión doble, borrosa y pérdida de visión en uno o ambos ojos.
Mayores de 50 años
Los síntomas de esta enfermedad normalmente evolucionan muy rápidamente pero hay señales tempranas que deberían servir de alerta como pérdida de peso, sudor durante el día y la noche, cansancio, algo de fiebre, pérdida de apetito y depresión.
Está relacionada con otra enfermedad menos seria llamada polimialgia reumática o PMR que provoca dolor muscular e inmovilidad. Estas enfermedades pueden desarrollarse de forma independientemente pero suelen ocurrir al mismo tiempo. En Reino Unido la ACG afecta a una de cada diez personas que sufren PMR.
La ACG suele afectar a adultos mayores de 50 años y es tres veces más común en mujeres que hombres. También es siete veces más común en gente blanca que negros o asiáticos.
Cualquier persona que se sospeche que pueda padecer esta enfermedad debería ser analizada con ultrasonido. Si un paciente tiene ACG, el escáner mostrará una banda oscura alrededor de la arteria temporal.
Este tipo de diagnóstico, creado por un especialista reumatólogo llamado Bhaskar Dasgupta y que da resultados en muy poco tiempo, redujo el número de casos de 17 al año a sólo uno en el hospital universitario de Southend.
Así que cuidado con cualquiera que sufra de repente de dolor en el cuero cabelludo y no pueda ni siquiera peinarse, y otros síntomas.