El domingo los argentinos acuden a las urnas para renovar su Congreso. La mitad de los escaños en la Cámara de Diputados y un tercio en el Senado serán recambiados.

Se trata de las últimas elecciones que se llevarán a cabo durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner, reelecta en 2011, quien deberá dejar sus funciones en dos años, ya que la Constitución argentina prohíbe que vuelva a postularse por tercera vez consecutiva.

En este contexto, muchos ven estos comicios como un barómetro de la popularidad de la actual mandataria, quien obtuvo la presidencia con el 54% de los votos pero habría perdido apoyo en los últimos dos años, según algunas encuestas.

Además, los resultados de esta elección marcarán el rumbo político del país de cara a los comicios presidenciales de 2015. Y podrían modificar el actual balance de poder en el Congreso, que durante los últimos dos años contó con mayoría oficialista.

BBC Mundo analiza las cuatro claves más importantes de estas elecciones.

¿Fin del kirchnerismo?

Desde que asumió el poder hace una década Néstor Kirchner (2003-2007), marido y antecesor de Cristina Fernández, Argentina ha estado gobernada por el kirchnerismo, una de las varias vertientes del peronismo, la principal fuerza política de Argentina.

Tras la muerte por problemas cardíacos de Kirchner el 27 de octubre de 2010 (exactamente tres años antes de los comicios de este domingo), el liderazgo del kirchnerismo recayó exclusivamente sobre los hombros de Fernández.

Néstor y Cristina Kirchner

Tras la muerte de Néstor Kirchner no ha surgido un heredero para reemplazar a Cristina Fernández.

En una entrevista reciente, la mandataria admitió que el plan de la pareja era alternarse en el poder y que si su marido hubiera estado vivo, habría sido el candidato del Frente para la Victoria (FPV, nombre oficial del partido kirchnerista) en 2011.

Ante la imposibilidad constitucional de un tercer mandato consecutivo, Fernández se enfrenta en los próximos dos años al final de su gestión. Sin embargo, aún no ha nombrado a un sucesor para darle continuidad a su partido.

Una serie de problemas de salud que aquejaron a la mandataria desde su reelección en 2011 dejaron al descubierto la ausencia de figuras claras de liderazgo para reemplazarla.

A finales de 2011 la mandataria fue operada por un presunto cáncer de tiroides que terminó siendo benigno. Y hace unas semanas volvió a ser intervenida quirúrgicamente, esta vez para tratar un hematoma cerebral, tras lo cual se le ordenó mantener un mes de reposo.

En ambos casos, el poder quedó temporalmente en manos del vicepresidente Amado Boudou, exministro de Economía que está siendo investigado por presunto enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias y es cuestionado tanto dentro como fuera de su partido.

Ante la ausencia de un heredero oficial, muchos creían que el próximo líder del kirchnerismo podría surgir de los comicios legislativos. Sin embargo, el oficialismo no utilizó las elecciones primarias del 11 de agosto pasado para elegir entre los distintos posibles candidatos.

El hombre que lidera la lista de legisladores kirchneristas es Martín Insaurralde, un intendente poco conocido de la provincia de Buenos Aires que no tendría aspiraciones presidenciales y que -según los resultados de las primarias- no lograría imponerse en los comicios.

"Estas elecciones revelaron la ausencia de un mecanismo de sucesión dentro del kirchnerismo y mostraron que el poder está extremadamente concentrado en la figura de Cristina Fernández", afirmó a BBC Mundo Marcos Novaro, director del Centro de Investigaciones Políticas (Cipol).

Según Novaro, esto deja en una posición de debilidad al oficialismo en la recta final del mandato de Fernández.

Sin embargo el periodista y escritor Eduardo Jozami, integrante de la agrupación intelectual Carta Abierta, que apoya el kirchnerismo, señaló que la mandataria aún está a tiempo de nombrar a un heredero, aunque consideró que la falta de un mecanismo de sucesión podría afectar desfavorablemente al oficialismo en los comicios del domingo.

El nuevo Congreso

Tras la aplastante victoria del kirchnerismo en los comicios generales de 2011, durante los últimos dos años el Congreso ha estado en manos del oficialismo, que tiene mayoría propia en la Cámara de Diputados y también controla el Senado con ayuda de fuerzas aliadas.

En este tiempo, el gobierno logró imponer cómodamente su agenda legislativa, sancionando algunas leyes polémicas como una norma que regula la fabricación, comercialización y distribución del papel de diario, otra que le quitó autonomía al Banco Central de la República Argentina (BCRA) y una tercera que propuso una profunda y cuestionada reforma del Poder Judicial, entre otras.

Congreso argentino

El kirchnerismo podría perder su hegemonía en el Congreso este domingo.

Los resultados de las elecciones legislativas primarias, realizadas en agosto pasado, sugieren que este domingo el kirchnerismo perdería su supremacía en el Congreso. ¿Cómo afectará este nuevo balance de poder los últimos dos años de gestión de Cristina Fernández?

Según analistas consultados por BBC Mundo, el revés del oficialismo no representaría una gran traba para el gobierno. El motivo es sencillo: las bancas que se renuevan en estos comicios son las mismas que se votaron en 2009, año en que el kirchnerismo tampoco hizo una buena elección.

Así, si bien el oficialismo perdería el control del Congreso, seguiría siendo la primera minoría en ambas cámaras.

Según Novaro, es improbable que la oposición aproveche el nuevo balance de poder para imponer su propia agenda legislativa, ya que hay mucha fragmentación dentro de las filas opositoras, lo que dificultaría una postura común.

Sin embargo, el analista político señaló que el recambio legislativo pondrá fin al período al que muchos definieron como "Congreso-escribanía", por la facilidad con la que el oficialismo lograba aprobar sus proyectos.

"El desafío para el gobierno no será tanto la oposición como sus propios aliados en el Congreso, que empezarán a formar nuevas alianzas políticas de cara a los comicios presidenciales de 2015″, anticipó.

Jozami, por su parte, recordó que durante el período 2009-2011, cuando no tuvo la actual "mayoría automática" en el Congreso, el gobierno de todas formas logró imponer importantes proyectos legislativos propios, como el del matrimonio igualitario, algo que podría repetirse.

Las nuevas figuras

Estas elecciones servirán para ir conociendo a las figuras políticas que buscarán ganar poder de cara a los comicios presidenciales de 2015.

En ese sentido, uno de los políticos que más destaca es Sergio Massa, actual intendente de Tigre, un partido de la provincia de Buenos Aires, que se perfila como el gran ganador de las elecciones del domingo.

Massa fue jefe de Gabinete de Cristina Fernández entre 2008 y 2009, pero ahora se presenta como su principal rival dentro del peronismo.

Sergio Massa

Sergio Massa aspira a la presidencia en 2015.

Según Jozami, el exfuncionario kirchnerista se beneficia por la ausencia de un heredero claro del oficialismo, ya que se presenta como la "continuidad" del modelo actual, aunque con diferencias.

"Massa apunta a captar a quienes están desencantados con el kirchnerismo", coincidió Novaro.

De esta forma, el intendente de Tigre ha logrado sumar votos tanto de opositores del actual gobierno como de algunos seguidores del "modelo K", lo que le daría un amplio triunfo en las urnas este domingo.

El principal rival de Massa dentro del peronismo es el actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, quien ha sido la cara más visible del kirchnerismo durante la campaña electoral.

A pesar de haber sido el vicepresidente de Néstor Kirchner, Scioli no cuenta con apoyo unánime dentro del partido de gobierno y no está claro si será elegido por Cristina Fernández como su sucesor.

Otra figura política que podría salir fortalecida tras las elecciones legislativas es Mauricio Macri, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Macri se perfila como el principal candidato no peronista para 2015.

Su partido, el PRO, podría ser el principal triunfador en los comicios legislativos en la capital argentina, según lo que señalan las encuestas y los resultados de los comicios primarios.

Eso dejaría al alcalde porteño en una buena posición para luchar por la presidencia, afirman algunos.

No obstante, Novaro dijo a BBC Mundo que la falta de un aparato partidario a nivel nacional podría perjudicar las aspiraciones de Macri, que no cuenta con mucho apoyo en el interior del país.

El voto joven

Las elecciones del domingo serán las primeras en la historia de Argentina en las que podrán participar jóvenes de 16 y 17 años, luego de que tanto el Congreso nacional como el de la Ciudad de Buenos Aires aprobaran la participación voluntaria de estos menores de edad.

La iniciativa para reducir la edad de votación, presentada por el kirchnerismo, se da en un contexto de una mayor participación de los jóvenes en la vida política, tanto desde la militancia como desde los puestos de poder.

Debate joven

BBC Mundo e Infobae TV organizaron un debate sobre el voto joven en Buenos Aires.

El proyecto para permitir el llamado "voto joven" generó bastante controversia, ya que esta franja etaria representa el 4,2% del electorado y muchos creían que los jóvenes podrían tener una fuerte incidencia en los comicios legislativos.

Sin embargo, según el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), solo 600.000 jóvenes se registraron para votar, lo que representa el 2% de los 30 millones de electores. Y de esos, se prevé que muchos no voten este domingo.

Julia Pomares, directora del Programa de Política y Gestión de Gobierno de Cippec destacó, sin embargo, que Argentina es uno de solo una decena de países que permiten el voto joven y resaltó la importancia que tendrá esta primera experiencia electoral.

Pomares participó el jueves en un debate organizado por BBC Mundo y el sitio de televisión online argentino InfobaeTV, en el que tres jóvenes de diversas ideologías debatieron sobre la importancia de la participación juvenil en los comicios y en la vida política.

Allí, además del papel que juegan los jóvenes en la política se habló sobre el rol de las redes sociales y la aparición de grupos de militancia juveniles como La Cámpora, que ocupan importantes puestos de poder dentro del Estado.