Scott Morrison, primer ministro de Australia y Karen Andrews, ministra de Asuntos Internos

Getty Images
El primer ministro de Australia, Scott Morrison, dijo que la operación había "asestado un duro golpe al crimen organizado" en todo el mundo.

Más de 800 presuntos delincuentes fueron arrestados en todo el mundo después de ser engañados para que usaran una aplicación de mensajería cifrada del FBI, según informaron las autoridades.

Como parte de la operación, concebida conjuntamente por Australia y el FBI (siglas del Buró Federal de Investigaciones estadounidense), se distribuyeron en secreto entre los delincuentes dispositivos con la aplicación ANOM, lo que le permitió a la policía monitorear sus conversaciones sobre tráfico de drogas, lavado de dinero e incluso planes de asesinato.

Los objetivos incluían bandas de narcotraficantes y personas con vínculos con la mafia.

En el operativo también se incautaron drogas, armas, vehículos de lujo y dinero en efectivo. Esto incluyó ocho toneladas de cocaína, 250 armas y más de US$48 millones en varias monedas y criptomonedas en todo el mundo.

El primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo que la operación había "asestado un duro golpe al crimen organizado" en todo el mundo.

Europol describió la Operación Trojan Shield/Greenlight como "la mayor operación policial contra las comunicaciones cifradas".

¿Cómo funcionó el plan de ANOM?

El FBI comenzó a utilizar su propia compañía de dispositivos encriptados llamada ANOM, y distribuyó de manera encubierta estos dispositivos con la aplicación de chat en el mundo criminal a través de informantes.

Los dispositivos fueron utilizados inicialmente por presuntas figuras criminales de alto nivel, lo que les dio a otros delincuentes la confianza para usar la plataforma.

"Tenías que conocer a un criminal para conseguir uno de estos teléfonos personalizados. Los teléfonos no podían sonar ni enviar correos electrónicos. Solo podías comunicarte con alguien en la misma plataforma", explicó la policía.

Bienes decomisados por la policía.

Policía Federal de Australia
La policía incautó dinero, armas, y objetos robados, entre muchas otras cosas.

El narcotraficante fugitivo australiano Hakan Ayik fue clave en la operación, ya que, sin saberlo, recomendó la aplicación a sus asociados criminales después de que agentes encubiertos le entregaran un teléfono, dijo la policía.

Apodado el "gángster de Facebook" por los medios de comunicación australianos, Ayik aparece en fotografías en las redes sociales con grandes tatuajes y un físico musculoso. Los medios locales dicen que ha estado viviendo en Turquía desde que evadió el arresto, llevando un estilo de vida de lujo con una esposa holandesa.

La policía dijo que "era mejor que se entregara a nosotros" lo antes posible, ya que él mismo podría estar en peligro.

En total, unos 300 sindicatos delictivos utilizaron cerca de 12.000 dispositivos cifrados en más de 100 países.

¿Qué descubrieron las autoridades?

Los agentes pudieron leer millones de mensajes en "tiempo real" que describían planes de asesinato, de importación masiva de drogas y otros esquemas delictivos.

"De lo único que hablan es de drogas, violencia, ataques entre ellos, personas inocentes que van a ser asesinadas, todo un abanico de cosas", el comisionado de la Policía Federal Australiana Reece Kershaw.

La policía también pudo prevenir incidentes de tiroteos masivos, añadió.

En total, 224 personas fueron arrestadas en el país, incluidos miembros de bandas de motociclistas ilegales, de grupos mafiosos australianos, de sindicatos del crimen asiático y de grupos del crimen organizado.

La policía australiana dijo que también incautaron tres toneladas de drogas y 45 millones de dólares australianos (US$35 millones) en efectivo y activos, y actuaron sobre 20 "amenazas de muerte", lo que podría salvar la vida de un "número significativo de personas inocentes".

Moto robada

Policía Federal de Australia
Varios vehículos, incluidos motocicletas, fueron incautados como parte de la operación.

Las autoridades dijeron que su operativo, que llamaron Operación Ironside, fue la operación policial más grande del país e involucró a 4.000 agentes de policía.

Cerca de 9.000 agentes de policía en todo el mundo estuvieron involucrados.

"Destruir sus comunicaciones ha sido una parte clave de nuestra intervencion en el crimen organizado", señaló Kershaw.

Señaló además que el acceso a la aplicación le había dado a las fuerzas del orden "una ventaja que nunca antes había tenido", pero agregó que la plataforma era solo una de las muchas aplicaciones de mensajería utilizadas por las bandas del crimen organizado.

La policía de Nueva Zelanda informó que habían arrestado a 35 personas e incautado alrededor de US$ 2,7 millones en activos.

"Creemos que la terminación de estas operaciones tendrá un impacto significativo en la escena del crimen organizado de Nueva Zelanda", señaló el director del Grupo Nacional contra el Crimen Organizado, Greg Williams.

En Europa, el director ejecutivo adjunto de Europol, Jean-Philippe Lecouffe, describió la operación como un "un éxito excepcional".


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