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Las camareras norcoreanas manejan con destreza varios jarros de cerveza a la vez.
Como si se tratara de cualquier nación occidental, el mes pasado Corea del Norte llevó a cabo su primer festival de la cerveza.
Los turistas se sentaron en las orillas del río Taedong a tomar cerveza del mismo nombre.
El corresponsal de la BBC Stephen Evansno estaba invitado, pero decidió armar su propio festival de la cerveza, en Corea del Sur.
A veces necesito tomarme una cerveza. La sed está ahí. No importa lo que haya que hacer, hay que hacerse con una botella. Así que volé a Pekín y conseguí tres de ellas.
Mi sed se había agudizado por las fotos de norcoreanos bebiendo cerveza en Pyongyang, servida al estilo de la fiesta de la cerveza de Múnich por camareras que transportaban múltiples jarras desde el bar.
No llevaban el vestido típico bávaro, pero habían aprendido claramente la eficiente manera alemana de llevar cinco o seis jarras por viaje.
El locutor de la televisión de Corea del Norte se mostraba eufórico sobre el evento: "La fiesta de la cerveza de Pyongyang muestra la vida de nuestro pueblo llena de felicidad y optimismo… Es un paraíso del pueblo y un país socialista altamente civilizado, al tiempo que destroza a EE.UU. y a sus atroces seguidores".
Sin política
Pero dejando a un lado la política, tenía que probar la bebida, por lo que tomé un vuelo barato a Pekín.
La cerveza Taedonggang no es ampliamente bebida en China, pero mis amigos chinos consiguieron unas cuantas botellas y ordenaron más de Dandong, una ciudad en la frontera de China con Corea del Norte.
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Corea del Norte llevó a cabo su primer festival de la cerveza.
Regresé a Corea del sur con la prohibida cerveza norcoreana y la probé.
Tomé estos apuntes al respecto: "Una cerveza aceptable, un poco sosa para mi paladar más acostumbrado a la magnífica cerveza amarga británica. Se parece un poco a la aguada cerveza estadounidense, en mi opinión".
Fábrica británica
Y esto a pesar del hecho de que la principal fábrica de cerveza de Corea del Norte es en realidad británica. Es la antigua fábrica de cerveza Ushers, ubicada originalmente en la población inglesa de Trowbridge. Corea del Norte la compró completa y se la llevó a su país.
Los norcoreanos podrían haber producido buena cerveza oscura británica pero optaron por una cerveza rubia, más de acuerdo con el gusto globalizado. Ellos se lo pierden, pienso yo.
Stephen Evans (en el centro) se toma una cerveza con colegas en un viaje anterior a Corea del Norte.
En defensa de los cerveceros de la República Popular Democrática de Corea, debo decir que otras cervezas están disponibles en el Norte, incluyendo variedades más aceptables al paladar británico.
Hace algunos años, una revista de prestigio internacional –The Economist– opinó que la cerveza de Corea del Norte era mejor que la cerveza de Corea del Sur, lo que provocó indignación en Seúl. Sería como decir que el vino inglés es mejor que el francés.
No es la primera vez
Esta no es la primera vez que he bebido cerveza de Corea del Norte. A principios de año, la probé en ese país.
Fui a un bar en Pyongyang. Estaba lleno de hombres, que tomaban de recipientes como tarros de mermelada. Recuerdo que tenían los bordes astillados, que daban una textura sensual, áspera en los labios a medida que pasaba la cerveza fría. Los hombres estaban de pie formando círculos, la mejor manera de beber cerveza.
Los norcoreanos podrían haber producido buena cerveza oscura británica pero optaron por una cerveza rubia, más de acuerdo con el gusto globalizado
Stephen Evans
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Sólo uno de los hombres presentes se mostraba incómodo por la presencia de un occidental. Él me clavaba una mirada matadora cada vez que alzaba la vista. Pero eso podría suceder en cualquier bar, en donde un forastero siempre puede atraer miradas desconfiadas.
Aquí, en Seúl, los bares se están poniendo cada vez más a la moda. La gente toma cerveza artesanal, más fuerte. La industria local ha dado pasos agigantados desde que recibió la humillante crítica que decía que la cerveza norcoreana era mejor.
De la reina
Existe una enorme variedad. Una de las fábricas de cerveza en Corea del Sur produce una amarga estilo británico llamada "Cerveza de la Reina".
La empresa coreana ya la exporta a Australia y Hong Kong.
En Corea del Norte, los trabajadores se divierten en un bar.
También quieren exportar a Gran Bretaña, pero se les ha dicho que, por mencionar a la Reina, podría infringir las normas británicas sobre el patrocinio real a los productos.
Pues es de imaginar que la Reina no va a apoyar una cerveza coreana.
Potencial
En la espuma en el fondo de mi vaso, detecto una historia de dos economías.
Las fábricas surcoreanas de cerveza constituyen una industria vibrante. Se ha transformado y mejorado. Una de las cervecerías aquí ha bautizado una de sus cervezas Taedonggang, apropiándose del nombre de Corea del Norte. En mi opinión, es mejor que la original.
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Una buena cerveza: un gusto universal.
La Taedonggang de Corea del Norte, sin embargo, es una marca que cualquier vendedor competente podría transformar en un fenómeno de ventas globales.
Tal es la sed por nuevas y exóticas cervezas. Los fanáticos cerveceros de todas partes tomarían sorbos de Taedonggang con delicadeza. Discutirían y opinarían sobre el aroma y la textura de esa cerveza.
Si Pyongyang la exportara…
Es un símbolo de un potencial sin explotar.
Lo mismo se podría decir de Corea del Norte en su conjunto.