Se podría decir que en la vida nunca cometemos errores, sino que seguimos el aprendizaje de lecciones anteriores.
Aunque hay algunas lecciones que hubiéramos deseado no tener que aprender por las malas.
Con torpezas embarazosas y partes del cuerpo en lugares en las que no se supone que deban estar, el sexo no siempre es tan sencillo como pensamos o imaginamos.
Aquí recopilamos algunos ejemplos de cosas que nos podrían haber ahorrado pasar vergüenza si las hubiéramos aprendido en clases de educación sexual en la escuela.
1. El sexo puede ser un poco pringoso
Tal vez nos enseñaron acerca de la logística, pero se quedaron cortos con los hechos. El sexo no es del todo limpio.
Así como cuando cocinas, siempre se te va a derramar algo que después tienes que limpiar.
El cuerpo humano es capaz de muchas cosas, y eso incluye expeler fluidos en diversas formas.
Por suerte, la ducha siempre estará ahí y se pueden comprar toallas a buen precio.
2. El sexo es divertido
En la educación sexual se pone mucho énfasis en lo que puede suceder.
Nos hablan de lo seguro, lo urgente, la reproducción y la precaución. Lo que se debe hacer y no queda grabado en el mismo lugar que la tabla periódica.
Pero, ¿qué pasa con el simple hecho de que el sexo puede ser muy agradable?
Los orgasmos existen y realmente son satisfactorios.
3. Todo sobre la comunidad LGBT
Millones de personas en el mundo que se identifican como homosexuales, lesbianas, transexuales y bisexuales (LGBT), y muchos que terminan buscando a tientas en la oscuridad cómo resolver sus asuntos, con lo bueno y con lo malo.
Hay cosas que los miembros de la comunidad LGBT necesitan saber, también en la escuela.
Si nadie les habla de las diferentes formas de disfrutar del sexo, a este colectivo no queda más remedio que ser autodidacta.
4. Geografía
Puede ser una experiencia abrumadora tener a tu profesor de repente hablando de los genitales, especialmente si se trata del mismo profesor de biología que normalmente te enseña sobre la fotosíntesis.
Pero, ¿qué pasa con la geografía del sexo?
Hay algunas partes importantes que están en lugares muy específicos. Y sería bueno para todos nosotros saber exactamente dónde están.
5. Las emociones son en realidad muy influyentes
Se le pone mucho énfasis al lado físico del sexo, pero, ¿qué pasa con las emociones?
Las emociones en realidad pueden tener un enorme impacto físicamente; todos sabemos cómo el sexo puede ser mucho más agradable con una persona que realmente nos gusta.
Del mismo modo, muchos hemos experimentado la confusión emocional que las relaciones sexuales pueden causar.
El sexo afecta al corazón tanto como la cabeza y todos hemos tenido que aprender por las malas.
6. Nada es una alternativa adecuada a un condón de verdad
Muchos hemos escuchado historias sobre 'el tipo que usó plástico de cocina' y otras cosas de ese estilo.
Nunca funciona.
Los preservativos son la mejor opción. Punto.
7. Existen juguetes sexuales… y pueden ser divertidos
Tal vez alguna vez viste el pene caucho utilizado en la demostración de 'esta es la forma de poner un condón'.
Resulta que en realidad existen por más razones que simplemente educar mentes inexpertas.
De hecho, vienen en una variedad de tamaños, formas y colores, y están hechos para aumentar el placer.
Realmente hay algo para todos.
8. El alcohol y el sexo no siempre van de la mano
Cuando hemos bebido un par de copas, quitarse la ropa frente a otro adulto con consentimiento mutuo, puede ser totalmente liberador.
Nuestros cuerpos hacen cosas que no sabíamos que podían hacer, y tratamos de hacer cosas que habíamos querido probar. De hecho, hasta las disfrutamos.
Pero, abusar del alcohol no siempre conduce a un rendimiento superior.
Resulta que el equilibrio no es lo único que deja de funcionar bien cuando hemos bebido una copa de más.
9. No eres la única persona que no se está acostando con nadie
Nuestros amigos cuentan que están copulando 20 veces al día, pero es probable que estén mintiendo.
Eso o literalmente no hacen nada más en todo el día.
No hay una cantidad correcta ni incorrecta de relaciones sexuales que debes tener: para algunos una vez al año está bien, para otros, a diario.
Y, honestamente, no podemos ser los únicos que a veces sólo queremos relajarnos en frente de la televisión... ¿o será que sí?
A veces estamos simplemente muy cansados o distraídos con otra cosa como para que nos apetezca excitarnos.