SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Más de 20 niñas internas en el Instituto para señoritas Santo Domingo, centro correccional, recibieron la visita de la navidad a través de una velada que se llevó a cabo en la parte trasera de la casa ubicada en Villa Consuelo.
“Yo soy la navidad”, gritó una de las adolescentes desde una esquina del área preparada para la velada; mientras otra, manifestaba todo lo bueno que trae consigo la época.
De 13 a 18 años de edad, 24 menores se encuentran allí tras cometer delitos graves, como robo agravado y homicidios, en los que según su directora fueron inducidas a cometer.
“No son ellas que cometen la infracción porque quieren, si no porque las inducen a eso y en otras ocasiones, solo las implican sin que ellas hayan participado directamente en el hecho”, señala Milagros Vásquez.
Milagros lleva 28 frente al instituto. Desde que entró allí, ha visto ir y venir a muchas menores que en su mayoría se arrepienten por sus hechos, cambiando sus actitudes e insertándose a la sociedad.
Explica que allí les imparten educación desde el primer grado hasta cuarto de bachiller. “La escuela tiene un código educativo hasta octavo y ya cuando pasan a primero de bachiller se les inscribe en pre-para, que es una educación sabatina y semi-presencial”.
Asimismo, las niñas y adolescentes reciben talleres de bisutería, manualidades y belleza, que implementan en ellas mismas.
Los detalles forraban las mesas en el pasillo que daba acceso al patio donde se llevaba a cabo el espectáculo navideño, esos hechos por ellas, eran mostrados como logros durante su detención.
Dos años consecutivos que alaba Milagros, resaltando que la alegría de ese día era llevada por la magistrada de la Ejecución de los Tribunales de Niños Niñas y Adolescentes, Adalgisa Castillo.
En tanto, la juez de 18 años de carrera, lo describe como una forma de ayudar de acuerdo a sus posibilidades.
“Siempre he estado motivada porque creo que el potencial enorme que tienen los adolescentes es incalculable”, explica a la vez que resalta las posibilidades de salvarlas son muy altas.
Atribuye el hecho de que muchos niños y niñas se han llevados a centro correccionales, se debe a el ambiente en que crecen, de violencia y agresiones dentro de sus familias disfuncionales.
Concluyó que en los dos años como juez de tribunal de menores, la ha llevado a ver la vida desde otro punto de vista.