SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El ex encargado del departamento legal de la Administradora de Riesgos de Salud para los Maestros (ARS-SEMMA), negó de manera categórica que participara en el desfalco que llevó a la quiebra a esa entidad.

Víctor Urbáez aparece en la auditoría de la Cámara de Cuentas con una pensión por 47 mil pesos, un contrato de asesoría al SEMMA, por 10 mil pesos y el pedido de unas memorias, cuyo desembolso del 50 por ciento ascendió a 325 mil pesos. Además porque compró una camioneta 2001 a la institución.

Urbáez vino a la redacción de Acento.com.do con un pliegue de documentos, entre ellos los dos últimos recibos de cinco mil pesos que ha pagado por el vehículo que le vendió Fausto Mota.

“Esa camioneta yo la fui comprando. Yo di 50 mil pesos de inicial por una camioneta que me ha dado muchas dificultades y tuve que cambiarle el motor porque no sirvió. Me descuentan 5 mil pesos religiosamente, yo no he robado ni he hecho cosas ni me he asociado a una mafia pandillera que hay ahí dentro que todavía quedan muchos ahí adentro”, precisa Urbáez.

Su inclusión en el informe provisional de la Cámara de Cuentas, dice Urbáez, se debe a persecuciones e intrigas en su contra y en la de “otros compañeros” que denunciaron ante el ministro de Educación de entonces, Melanio Paredes, las irregularidades que habían descubierto.

En cuanto a las memorias, explica que las entregó al licenciado Fausto Mota, presidente del consejo de directores del SEMMA, pero que en esa época se descubrieron las irregularidades y el pago no se completó.

Su inclusión en el informe provisional de la Cámara de Cuentas, dice Urbáez, se debe a persecuciones e intrigas en su contra y en la de “otros compañeros” que denunciaron ante el ministro de Educación de entonces, Melanio Paredes, las irregularidades que habían descubierto.

“No se saldó la deuda, ese proyecto se quedó trunco porque explosionó la crisis del SEMMA, y ya no había intención ni interés, entonces el señor Fausto (Mota) se fue. Me desembolsaron solo el 50 por ciento adelante”.

Las irregularidades ocurridas entre 2006 y 2009, al menos las descubiertas, tuvieron un costo de 304.5 millones de pesos para el SEMMA y pusieron en peligro la continuidad de esa aseguradora.

Urbáez mostró copia de los casos que, como abogado, ganó para el SEMMA. En algunos de ellos, había envueltos millones de pesos y, según dice, él mantuvo su honestidad.

“Marcelino (Rijo Guzmán) sí sabe de todo. Él si sabe de todo, porque él era el administrador y el financiero. Todo lo que se hacìa en el SEMMA, por sus manos pasaba. Y nada se podía hacer sin su consentimiento ni su conocimiento. Él sabe de todo y debe explicarlo todo”.

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